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La utilización de espacios públicos para hacer proselitismo viola el Reglamento de la Ley Orgánica de Procesos Electorales y la Ley contra la Corrupción

En Barrio Adentro, el proselitismo político goza de buena salud. Luego de realizar un recorrido por distintos módulos de atención de esta misión de salud, Transparencia Venezuela detectó que estos espacios públicos son utilizados para desplegar propaganda política a favor del Gobierno nacional.

El equipo de Transparencia Venezuela pudo registrar que en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) ubicado en el Bulevar de Simón Rodríguez de la parroquia El Recreo de Caracas, tienen imágenes del difunto presidente Hugo Chávez con los siguientes mensajes: “Unidos contra el imperialismo, por la dignidad y la soberanía”, y “Por una Venezuela libre ya, porque con Chávez manda el pueblo”.

En la entrada de ese mismo CDI cuelga un cuadro con el rostro del guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara, así como una imagen relacionada con el “54 aniversario del triunfo de la revolución cubana” acompañada por pequeñas banderas de Cuba. Igualmente, en las carteleras de este centro pueden verse la “cronología del proceso bolivariano 2008-2012” y distintas fotografías de Chávez, Guevara y el líder cubano Fidel Castro.

En el CDI de Pinto Salinas Oeste se repite esta práctica. Las caras del libertador Simón Bolívar, el prócer cubano José Martí, Chávez y Castro destacan en la sala de espera de este centro público de salud.

El equipo de Transparencia Venezuela se acercó hasta el módulo de atención primaria que auxilia a los habitantes de los bloques 1 y 2 de Pinto Salinas para continuar con esta investigación; sin embargo, se encontraba cerrado. Lo mismo ocurrió al tratar de revisar las instalaciones del módulo que sirve a los bloques 7 y 8 de Simón Rodríguez, que tampoco estaba en funcionamiento.

El artículo 205 del Reglamento de la Ley Orgánica de Procesos Electorales prohíbe la fijación de propaganda electoral en “los bienes públicos y los bienes objeto de servicios públicos”, al tiempo que el 221 advierte que los funcionarios no pueden “hacer publicidad y propaganda electoral en sus sitios de trabajo y demás dependencias públicas, inclusive mediante el uso u ostentación de la misma por cualquier medio”.

A su vez, el artículo 13 de la Ley contra la Corrupción señala que “los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no de parcialidad política o económica alguna. En consecuencia, no podrán destinar el uso de los bienes públicos o los recursos que integran el patrimonio público para favorecer a partidos o proyectos políticos, o a intereses económicos particulares”.

La salud es un derecho humano. Los venezolanos que acuden a los módulos de Barrio Adentro esperan una atención profesional. La red pública debe contar con médicos e insumos, no con propaganda que puede terminar hiriendo la sensibilidad de un paciente que merecer ser tratado con respeto. Los programas sociales le pertenecen a todos los ciudadanos, no solo al Partido Socialista Unido de Venezuela, y deben fundamentarse en la igualdad y calidad, criterios incompatibles con la ideologización y manipulación política.

El uso de espacios públicos – en este caso instalaciones que prestan servicios de salud – para desplegar propaganda a favor del oficialismo, debería ser objeto de una investigación a los fines de determinar los responsables de su colocación, establecer las sanciones a que haya lugar y evitar que estas actuaciones puedan incurrir en el delito de peculado de uso, también castigado por la Ley contra la Corrupción.

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