Durante la sesión especial del jueves 13 de octubre, en el marco del debate sobre el proyecto de acuerdo de júbilo por la designación de cardenal del Monseñor Baltazar Porras Cardozo, el diputado Hugbel Roa (PSUV-Trujillo), en pleno derecho de palabra, recurrió a la violencia al arrojar el micrófono a su colega Marco Bozo (PJ-Carabobo).
El hecho ocurrió mientras el parlamentario exponía sus razones para no apoyar el acuerdo propuesto por Williams Dávila (AD-Mérida). En medio de su intervención, Roa mandó a callar a Bozo y, acto seguido, le tiró el micrófono al legislador de la Unidad. El ataque del chavista generó un conato de pelea en el hemiciclo de sesiones, razón por la cual la directiva de la Cámara decidió suspender por un mes el derecho de palabra del diputado Roa.
A los golpes
Aunque esta es la primera agresión que se registra dentro del hemiciclo en este periodo de sesiones, otros parlamentarios ya han sido víctimas de agresiones. Desde la instalación de la Cámara el pasado 5 de enero, distintos representantes de la MUD han sido blanco de la violencia:
- El 28 de abril, el diputado José Trujillo (PJ-Aragua) fue agredido en el hospital central de Maracay mientras realizaba una recorrido de inspección.
- El 4 de marzo, el diputado Carlos Paparonni (PJ-Mérida) recibió un golpe en las inmediaciones del Palacio Legislativo, situación que obligó que le suturaran la cabeza.
- El 9 de junio, un grupo de diputados de la MUD fue agredido en las inmediaciones de la sede administrativa del Parlamento, resultando más afectado el parlamentario Julio Borges (PJ-Miranda) quien tuvo que ser llevado a quirófano por una fractura en el rostro.
- El 4 de julio, el diputado Conrado Pérez (PJ-Trujillo) denunció que un grupo de afectos al oficialismo incendió su automóvil durante una actividad llevada a cabo en el estado Trujillo para promover la realización del referéndum.