Al superar los siete meses de la vacunación contra el coronavirus, Transparencia Venezuela continúa identificando irregularidades en este proceso, entre las que se encuentran la inconsistencia en las cifras de vacunas y la suspensión de jornadas
Transparencia Venezuela, 21 de septiembre de 2021.- Las autoridades venezolanas mantienen la promesa de acelerar la vacunación anti-COVID-19 e incluir a los menores de 18 años en su plan, mientras siguen ocultando datos esenciales relacionados con el proceso.
En los primeros 100 días de vacunación, Transparencia Venezuela identificó siete irregularidades en la vacunación contra COVID-19: inconsistencias en las cifras, desorganización, abuso de poder, compras y robos de vacunas, exclusión, centros de vacunación dispuestos en sedes de partidos o centros militares y suspensión de jornadas.
Ahora, cuando han transcurrido más de 200 días, persisten al menos cuatro de estas prácticas:
–Inconsistencias en las cifras: en Venezuela ningún dato relacionado con el proceso de inmunización concuerda, y, en parte, esto se debe a la falta de acceso a la información pública.
Los venezolanos desconocen la cantidad de vacunas que han llegado al país. El 1° de septiembre, la Organización Panamericana de la Salud aseguró que Venezuela había recibido 4.900.000 de vacunas, pero para ese momento, se había anunciado públicamente la llegada de un total de solo 3.230.000 de dosis; lo que quiere decir que el país había recibido vacunas que no fueron informadas abiertamente.
De acuerdo con el seguimiento de Transparencia Venezuela, al 22 de septiembre de 2021, han llegado de forma pública 4.928.600 vacunas anti-COVID-19, entre Sinopharm, Sputnik-V y Sinovac. Sin embargo, es probable que el número de dosis sea superior.
-Desorganización: el registro de las personas que son vacunadas se hace de manera manual en los centros de vacunación y la data parece no ser transmitida a un servidor central. Hay personas que, estando parcial o totalmente vacunadas, reciben el mensaje de texto con la convocatoria para aplicarse la primera dosis. Esta situación devela la falta de control y digitalización del proceso.
Por otra parte, se han ejecutado distintas formas de convocatoria para las personas que requieren la segunda dosis de Sputnik-V, cuya escasez se reportó durante casi tres meses.
En el estado Yaracuy, por ejemplo, la gobernación publicó varios listados con las cédulas de las personas que debían acudir a los centros de vacunación para completar su esquema, mientras que en Anzoátegui y Barinas, las autoridades se limitaron a declarar en los medios de comunicación que debían asistir solo los que tenían más tiempo de haber recibido la primera dosis, sin mayor organización ni convocatoria a través de la mensajería de texto o redes sociales.
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Esta falta de criterio ha devenido en desinformación y en largas filas de personas que se han acercado a los centros en la búsqueda de las vacunas rusas.
De acuerdo con testimonios a los que ha tenido acceso Transparencia Venezuela, adultos mayores han esperado más de ocho horas por la segunda dosis o se han enterado accidentalmente de la aplicación, como le ocurrió a dos personas que acudieron el 22 de septiembre al Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada Nacional (Ipsfa), en Caracas, a las 5:00 am y les comunicaron que no había vacunas, pero a las 11:00 am escucharon que sí las estaban poniendo y se regresaron para que les aplicaran la segunda dosis.
Otras personas han sido devueltas, como en el caso de un hombre de 35 años, que se dirigió el 14 de septiembre a la plaza Bolívar de Baruta, estado Miranda, pero no pudo vacunarse porque solo estaban atendiendo a los que se aplicaron la primera dosis antes del 7 de junio.
“Como yo me vacuné el 22 de junio, me recomendaron ir la semana próxima. Tengo que estar yendo para ver cuándo me toca la segunda dosis. De hecho, me llegó un mensaje para vacunarme, y ya tengo la primera dosis”, contó a Transparencia Venezuela.
–Abuso de poder: la presencia y participación de miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) en el proceso de vacunación se sigue registrando, según información recabada por Transparencia Venezuela.
Personas ligadas a consejos comunales o a los denominados cuadrantes de paz son los encargados de la logística, como en el caso de la Unidad Educativa Andrés Eloy Blanco, ubicada en Propatria, Caracas.
También se han usado estos espacios para promover candidaturas y recolectar datos de la población para fines electorales, como ocurrió en el municipio Pedraza de Barinas y en el municipio Maracaibo del Zulia.
-Suspensión de jornadas: el 8 de agosto el gobierno suspendió hasta por cuatro días las jornadas de vacunación en varios centros del país que fueron usados para la votación de las primarias del Psuv. Esto ocasionó que, al reanudarse la actividad en estos puntos, el proceso fuese más lento y se generara aglomeración y poco distanciamiento.
En Caracas, cerraron el centro de vacunación que se encuentra en la Universidad Bolivariana de Venezuela, uno de los puntos con más capacidad para vacunar en la capital: entre 600 y 1.000 personas diarias.
20 días después volvieron a suspender la vacunación en ese centro por falta de vacunas de Sinopharm.
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