Según el reciente informe de HumVenezuela, 86% de la población está expuesta a líquido no apto para consumo humano, en tanto que un estudio del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos reveló que 92,3 % de los consultados en 12 ciudades del país lo almacenan para atender sus necesidades

Transparencia Venezuela, 22 de marzo de 2024. El acceso a agua limpia y al saneamiento sigue siendo un derecho vulnerado en Venezuela. Mientras que la Conferencia Mundial del Agua, celebrada en marzo de 2023, alertó a la comunidad internacional sobre la necesidad de emprender acciones urgentes frente a la crisis del agua -la cual se traduce en escasez y sequías, contaminación de fuentes hídricas, degradación de ecosistemas estratégicos y graves fallas de gobernanza-; en nuestro país persisten las restricciones en el suministro del servicio y los problemas de contaminación, a causa del mal manejo de los recursos destinados a garantizar que todos tengan acceso al agua potable.

En Venezuela la situación se agrava en medio de la Emergencia Humanitaria Compleja que enfrenta la población como resultado de la corrupción. Según el Informe de Seguimiento de la Crisis Humanitaria en Venezuela de HumVenezuela, 86% de la población, es decir, 8 de cada 10 venezolanos, están expuestos a fuentes de agua no aptas para consumo humano. Esta situación tiene gran impacto en la salud, en especial de los sectores más vulnerables. El estudio de la organización indica que la principal consecuencia del consumo de agua no potable son enfermedades como la diarrea, que aumentaron 6,9% en 2022 y 9,3% en 2023.

De acuerdo con el informe de HumVenezuela, para 2023 se registraron más restricciones de acceso a este servicio, así como los niveles más altos de contaminación reportada por los hogares. Hubo una caída superior a 60% en la cantidad de agua distribuida y de 90% en el funcionamiento de la infraestructura, equipamiento y sistemas de gestión y calidad del recurso.

Expertos estiman que gran parte del problema radica en la desinversión, falta de mantenimiento y la desviación de los fondos destinados a mejorar el servicio. Obras inconclusas, investigación de Transparencia Venezuela que inventarió 246 proyectos que no se ejecutaron o quedaron a medias -pese a que les asignó una gran cantidad de recursos públicos-, determinó que 10 de esos grandes “elefantes blancos” identificados en distintos puntos del país son del sector agua, en tanto que otros 10 corresponden a saneamiento ambiental.

Entre los proyectos que nunca vieron luz incluidos en dicho informe se encuentra el Proyecto Tuy IV, que Hidrocapital dejó estancado en 67% de ejecución física. También se evidenció que el Ministerio de Atención a las Aguas no ha rendido cuentas sobre los más de USD 550 millones destinados a la rehabilitación de plantas de potabilización de cinco estados. Los trabajos iniciados en 2012 debieron estar listos en 2016, pero siguen inconclusos . 

Datos desalentadores

El estudio de HumVenezuela indicó que las restricciones aumentaron debido a que se incrementaron los lapsos de los racionamientos, lo que afecta a 69,1% de la población. En tanto que el porcentaje de quienes sufrieron racionamientos o interrupciones en el suministro a través de la red de acueductos se ubicó en  45,5% . También señala que, a falta de saneamiento, subió el porcentaje de personas en hogares sin acceso a servicios de cloacas y aseo urbano.

A su vez, 53,7% de la población transportó el agua a pie, gran parte caminando largas distancias, y 60,2% la almacenaba en bidones o envases de pequeño tamaño. Estas cifras de HumVenezuela no están lejos de los hallazgos del estudio realizado en 2023 por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), según los cuales la falta de acceso constante al suministro ha llevado a que 92,3% de los encuestados en 12 ciudades valoradas opten por almacenar agua para sus actividades diarias.

Recientes informes de la Organización de las Naciones Unidas afirman que, pese a los avances alrededor del mundo, aún existen desafíos considerables en términos de equidad y sostenibilidad en la gestión de este recurso, pues aproximadamente 2.200 millones de personas todavía carecen de acceso a agua potable gestionada de forma segura, lo que hace que 115 millones de personas todavía se vean obligadas a beber agua contaminada.

Insatisfacción y desconfianza

De acuerdo con el OVSP, los registros de la valoración realizada en 2023 reflejan la insatisfacción y desconfianza que existe en Venezuela en cuanto a la disponibilidad del servicio de agua, como consecuencia de una crisis que, lejos de mejorar, parece haberse agudizado, pues apenas una de cada 4 de las personas encuestadas en 12 estados recibe el recurso de forma continua.

El estudio reveló que 64,9% de los participantes calificó de manera negativa la calidad del servicio de agua, debido, principalmente, a la falta o intermitencia de suministro y la presencia de residuos en el líquido.

Además de comprometer la salud y la calidad de vida de los ciudadanos, las restricciones y la contaminación del agua afectan la economía de las familias, especialmente las más vulnerables. De acuerdo con la más reciente investigación sobre funcionamiento de los servicios públicos en el país, desarrollada por el Observatorio de Gasto Público de Cedice Libertad, en promedio, un venezolano debe disponer de, al menos, el equivalente a 38 dólares para subsanar las carencias en materia de agua.

El estudio, publicado en enero de 2024, fue coordinado por el economista Raúl Córdoba, quien concluyó que, “estamos en una situación de autoabastecimiento de servicios y eso es grave porque no cumple parámetros de calidad y atenta contra la cobertura”. El investigador calificó de grave la situación, tomando en cuenta que el salario mínimo mensual equivale a 3,1 dólares.

Por otra parte, 77% de los encuestados por Cedice aseguró que el suministro de agua es ineficiente, que se incumplen los esquemas de racionamiento y que los botes en las calles no se reparan con la celeridad requerida. Además, 71% aseguró haber registrado una o más denuncias a través de la plataforma VenApp, expresando que sólo una pequeña porción fue atendida en enero de 2024.

El informe de Cedice determinó que el estado con mayores incidencias para el traslado y distribución de agua es Nueva Esparta, donde se detectaron más de 4.000 denuncias ciudadanas en cuanto a fallas en el suministro de aguas por mes.

En el marco del Día Mundial del Agua, Transparencia Venezuela reitera su compromiso a exigir rendición de cuentas a los organismos públicos responsables de garantizar el suministro de agua limpia y el adecuado saneamiento, además de observar que el Estado cumpla la Agenda de Acción por el Agua, adoptada en el encuentro mundial celebrado en 2023, que incluye un llamado a la gobernanza

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