Corrupción: los pobres como excusa

Las llamadas “misiones” nacieron bajo la promesa de garantizar salud, educación, alimentación y seguridad. Estos programas sociales eran la bandera del fallecido presidente Hugo Chávez, quien comprometía recursos de la principal industrial nacional, Pdvsa, para el supuesto bienestar de la población.

Así Chávez pudo desarrollar un piso político y social para su gestión, vinculando su imagen con los más necesitados, a través de las “misiones”. Pero con el transcurrir del tiempo, la importante inversión se fue diluyendo en corruptelas, que convirtieron estos programas en el centro de escándalos y en un factor que incidió en la violación de los derechos humanos de los ciudadanos y en la profundización de su empobrecimiento.

La estructura levantada por la autodenominada revolución no sirvió para combatir la pobreza. La exigencia de óptimo diseño, ejecución y rendición de cuentas es una premisa que debe imperar cuando se plantean este tipo de programas sociales. En Transparencia Venezuela consideramos que el Poder Ejecutivo debe intervenir a favor de la igualdad y la justicia social, con programas que tenga un enfoque basado en el pleno respeto a los derechos humanos.

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