Foto Bicentenario Alta Vista, Puerto Ordaz. Créditos Ritzon Gonzalez

Hoy vence el plazo de la promesa hecha por el ministro de Alimentación, Carlos Osorio, de normalizar en dos meses el acceso a los productos básicos. “Nosotros esperamos que en corto tiempo, uno o dos meses más, nosotros debemos tener estabilizado en su totalidad lo que son los productos de primera necesidad, que es nuestro primer esfuerzo, después iremos estabilizando cada uno de los sectores», aseguró el pasado 7 de junio, en una entrevista concedida al periodista y exvicepresidente de la República, José Vicente Rangel, en su programa José Vicente Hoy.

 

El equipo de Transparencia Venezuela, como parte del seguimiento que realiza a la Misión Alimentación a través del Observatorio de Misiones, verificó si realmente había disponibilidad de leche, harina de maíz, harina de trigo, café, papel sanitario, azúcar, arroz, garbanzos, compotas, margarina, aceite, serviletas, champú, jabón, pañales, toallas sanitarias o cualquier otro rubro de primera necesidad, y se encontró con anaqueles vacíos y colas interminables en las afueras de supermercados, abastos de la red pública y privada.

 

En una visita al Abasto Bicentenario de San Bernardino, efectuada el 31 de julio, se constó una fila de aproximadamente 1.000 personas para entrar al establecimiento, incluyendo de la tercera edad, aseguraron estar “hartos” de la situación. Los entrevistaron aseguran hacer colas de hasta 11 horas para llevarse lo que consigan.

 

En el Pdval de la Avenida Fuerzas Armadas, un promedio de 200 personas hacían cola para comprar pollo. Una vez se terminó el producto, el vigilante del establecimiento informó «que el pollo se acabó y lo que queda es galletas y jugos; el que quiere se queda».  La muchedumbre de ancianos, trabajadores «fugados» de sus empleos, adolescentes y mujeres embarazadas se desvaneció. La visita se efectuó el sábado primero de agosto,

 

En la mayoría de las colas se escuchan comentarios como «hago la cola por leche para mis hijos», “vengo aquí porque no tengo para pagar un pollo en Bs. 1.200 en otro lado”, “tenemos patria, cola y miseria”, “no es justo que la harina llegue una vez al mes o cada quince días”.

 

Durante una visita realizada al Pdval de El Silencio, la semana pasada, los usuarios asiduos destacaron que con regularidad llegan algunos productos de la cesta básica como café, harina paz y leche pero sólo permiten llevar una unidad por persona. Una señora que esperaba en la entrada del recinto con su carnet del Conapdis, indicó que tenía una discapacidad a causa de un padecimiento en la columna. «Debo quedarme en la puerta a ver si el vigilante me deja pasar, yo no puedo estar mucho tiempo de pie pero necesito comprar».

 

En el Abasto Bicentenario ubicado en Alta Vista de Puerto Ordaz, las personas van desde el día anterior y duermen en las afueras del lugar. Un grupo vende el cupo en las colas por 500 Bs, para «garantizar» los primeros puestos pese a la presencia de un piquete de la GNB. Este establecimiento abre pasadas las 8:30 am, por lo que una persona puede durar más de 12 horas en cola. Cuando logran el acceso no tienen certeza de que consigan los productos requeridos.

 

En Barinas, se aplican otras modalidades como las listas para comprar comida que se hacen a través de censos por comunidad, en donde los Consejos Comunales se encargan de gestionar a  través de los Comités de Alimentación, los rubros de primera necesidad para cada sector.

 

Lo mismo está ocurriendo en Valencia, en el Pdval Santa Rosa del barrio Antonio José de Sucre «el presidente del consejo comunal le da un numero por familia, de la comunidad  semanal,  cuando llega la mercancía hacemos la cola desde las 6 am, el señor arma las bolsas y las vende» declaró una señora al coordinador de la ONG de esa región.

 

La ONG se pregunta ¿cuáles son las consecuencias para un Ministro que no cumple con sus promesas? “Por ahora perdimos la confianza en su palabra”, aseguró Mercedes de Freitas, directora ejecutiva.

 

De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), 56 saqueos y 502 protestas se han registrado este año por la escasez de alimentos, medicamentos y productos de higiene personal.

 

“A Transparencia Venezuela le preocupa que funcionarios del estado venezolano, no acepten la responsabilidad y las consecuencias de sus decisiones en políticas públicas, que han generado desde hace años la caída de la producción nacional, el desabastecimiento y la escasez, acentuados a niveles críticos en el último año y con poca o ninguna esperanza de resolución a corto plazo. Ese y no otro es el origen del malestar y la desesperación de la población para adquirir los alimentos básicos”, enfatizó de Freitas.

 

 

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