«Esta comida… es para los perros»

En la carrera 19 de Barquisimeto, entre las calles 14 y 15, se encuentran dos negocios muy cerca el uno del otro; uno —muy tradicional—, dedicado a servir sopas de res, de pollo y el famoso “cruzado” que tanto gusta a nativos de la ciudad y visitantes, acompañadas de la infaltable arepa, que cada vez más es de maíz pilado ante la ausencia de la harina de siempre. El segundo es de parrillas, y dada la relación precio calidad, mantiene —aunque un poco mermada—, la afluencia de clientes.

El jueves 26 de enero se encontraban dos personas con dos perros recogiendo sobras de comida que habían desechado los locales. Podían verse restos de maíz, carnes varias, trozos de verduras, de arroz y algunas cáscaras de frutas, básicamente.

Ellos, a quienes llamaremos Juan y José, comentan que cada vez que pueden se acercan al sitio, pues habitualmente es posible encontrar algo que llevar. Aunque no viven cerca, se trasladan cuando pueden a ver si hay algo y si pueden tomarlo antes que el camión de la basura se lo lleve. “Usted sabe, la cosa está muy dura”, comenta Juan. Por la zona donde yo vivo, allá hacia la Pedro León, los CLAP no llegan, y en los supermercados ya no se puede comprar nada, porque todo está carísimo; 1 kilo de arroz más de Bs. 3000,00, un kilo de pasta como 7.000,00 bolos, aceite no hay… entonces, ¿cómo hacemos?”.

José afirma que por ahí por la Plaza Bolívar hay unas colas enormes para sacar el que llaman Carnet de la Patria, pero él no ha ido. “Algunos familiares míos y vecinos se han serenao y asoleao ahí y todavía no lo han podido sacar. Quién sabe si eso va a servir para algo…”, comentaba sin interrumpir la tarea de seleccionar aquello que estuviera menos deteriorado para llevarlo a casa y resolver de alguna forma.

Antes de irse, Juan se voltea llevando su carga de hambre y restos a cuestas, y sonriendo con la mirada baja, dice…. “Usté sabe, esto es pa´lo perros. Ellos también tienen hambre”.

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