Venezuela quedó en el último lugar de América Latina en el Índice de Presupuesto Abierto  (OBI, por sus siglas en inglés) 2015 coordinado por la ONG Internacional Budget Partnership, que consiste en una encuesta que utiliza 109 indicadores para medir y comparar la transparencia presupuestaria en el mundo.

Así lo dio a conocer la ONG Transparencia Venezuela (TV), durante la presentación de los resultados de indicadores del OBI 2015, que se realizó la mañana de este miércoles en el salón de eventos de la Cámara de Comercio de Caracas y que además contó con los foristas Christi Rangel, profesora de la Universidad de Los Andes (ULA) y coordinadora de TV en Mérida; Anabella Abadi y Bárbara Lira, economistas consultoras; Vestalia Sampedro, diputada de la Asamblea Nacional y José Guerra, economista.

Durante el evento, Christi Rangel, responsable de aplicar la medición, explicó que en la encuesta se realizó una evaluación comparativa de 102 países durante 18 meses. “Cada país recibe un puntaje de 100 que determina su calificación en los indicadores del OBI y Venezuela obtuvo 8/100- considerablemente más bajo que el puntaje promedio global de 45-, y esto se refiere a cómo se administran los recursos de todos los venezolanos”.

Cabe destacar que estos indicadores se usan para evaluar si el gobierno central pone a disposición del público los ochos documentos presupuestarios claves de manera oportuna, y si la información que estos documentos contienen es exhaustiva y útil.

Rangel agregó que “la participación ciudadana se ha convertido en una práctica en la mayoría de los países pero en Venezuela no se cumple ni hay acceso a la información y por esta razón, el gobierno nacional está decidiendo solo para donde van los recursos. No tenemos acceso a los datos ni a documentos de la Contraloría General (CGR) siendo esto es un derecho”.

Por su parte, Abadi se refirió a la falta de transparencia en el presupuesto del país y la calificó como “grave”. “El presupuesto garantiza el equilibrio, por ello debe ser bien elaborado y realista. Debe usarse como una herramienta de planificación fiscal, sin embargo, en nuestro país el crédito se convirtió en la regla y no en la excepción pese a que es de uso extraordinario”.

Lira destacó que el bajo resultado de Venezuela en el Índice de Presupuesto Abierto  implica obras inconclusas, mal uso de los recursos y poca participación ciudadana. “Cada año el Gobierno solo justifica, pues no hay instituciones que verifiquen o monitoreen los recursos. La única forma que el proceso presupuestario sea más transparente es publicar los documentos y fomentar la participación ciudadana”.

La diputada Sampedro expresó que “la AN juega un papel importante en la construcción del presupuesto nacional pero más aún la participación ciudadana. La Constitución garantiza que los ciudadanos conozcan el Producto Interno Bruto, inflación, políticas de cambio pero no se cumple. Nunca antes se había visto tanto desorden fiscal, del cual es cómplice el Parlamento”.

“Vivimos en un país donde reina la desinformación ¿por qué no se informa? No es por casualidad sino que se convirtió en una política de Estado. La caída de los resultados en el OBI 2015, refleja la carencia por parte del Gobierno sobre los fondos públicos”, aseguró José Guerra.

Transparencia Venezuela reveló además que el país sacó 23/100 en participación del púbico en el proceso presupuestario, mientras que en vigilancia del presupuesto obtuvo 39/100 por parte de la legislatura (Asamblea Nacional) y 67/100 por parte de la institución superior de auditoría, en este caso, la CGR.

Recomendaciones

Para la ONG,  “el pésimo desempeño presupuestal evidencia riesgos de corrupción e imposibilidad de contraloría social”.

Asimismo, resalta que “en el informe 2015 del Índice de Presupuesto Abierto Venezuela cae de 37 puntos desde el informe de 2012 (…) y ocupa el último lugar en América, de hecho la mayoría de los miembros de UNASUR evaluados obtuvieron más de 50 puntos, sólo Bolivia con 17 y Venezuela con 8, están distantes. Brasil con 77 y Perú con 75 son los líderes en el ranking de la región y ocupan el séptimo y décimo lugar a nivel global”.

Ante la preocupación por el aumento de la opacidad, la complicidad entre las instituciones o ausencia de contrapesos y la participación ciudadana declarada pero sin posibilidades, recomienda:

• Mejorar la transparencia del presupuesto: Publicar el proyecto de presupuesto del ejecutivo, publicar un documento preliminar y un informe de fin de año y elaborar y publicar un informe de auditoría, un presupuesto ciudadano y una revisión a mitad de año.

• Mejorar la participación en la elaboración del presupuesto: Establecer mecanismos creíbles y eficaces (es decir, audiencias públicas, encuestas, grupos de discusión) para captar diferentes perspectivas del público sobre cuestiones de presupuesto.

• Mejorar la vigilancia del presupuesto: Establecer consultas regulares entre el Ejecutivo y la legislatura sobre cuestiones presupuestarias, garantizar que se consulte a la legislatura, en materia legal y en la práctica, antes de la transferencia de fondos del Presupuesto aprobado o antes del gasto de ingresos no anticipados y garantizar que la institución superior de auditoría tenga fondos adecuados para llevar a cabo sus obligaciones.