La organización que fundó un grupo de 40 empresarios e intelectuales en el año 1984, en sus 38 años sigue siendo un think tank imprescindible, en donde se debaten y promueven los principios que sustentan las libertades individuales propias de una sociedad democrática.

Transparencia Venezuela, 5 de diciembre de 2022.- Lo que comenzó con una librería especializada en los pensadores liberales clásicos, traducidos al español, terminó en el Cedice Libertad que es hoy. La organización ha dedicado su existencia no solo a la divulgación del pensamiento y de las prácticas del liberalismo, sino a la investigación, a la formación y al debate y generación de las ideas, lo que ha significado una constante actualización y renovación del pensamiento. Transparencia Venezuela rinde homenaje a esta institución, físicamente pequeña, pero con un alto grado de influencia en el mundo de las ideas económicas y sociales.

Muchos de los fundadores de Cedice conocían personalmente a pensadores del liberalismo que eran miembros de la Sociedad Mont Pelerin, y formaban parte de esta sociedad fundada después de la Segunda Guerra Mundial para compartir y pensar ideas que evitaran guerras, y para discutir acerca del posible destino del liberalismo.

Libertades que generan libertades

Todos los principios que fundamentan la práctica Cedice Libertad trascienden el punto de vista economicista. “Más alla del libre mercado, del libre comercio, del derecho a la propiedad, Cedice apunta a las libertades individuales en sentido amplio”. Así explica Rocío Guijarro, su gerente general desde 2010, a Transparencia Venezuela.

Creemos en una sociedad en la que al ciudadano le sea respetada su libertad. Y ¿qué es la libertad? Es la ausencia de coacción y de privilegios. Cuando interviene tanto el Estado el individuo no puede desarrollarse ni progresar. Su libertad debe contar con un marco que le permita el desarrollo de sus habilidades, de su creación y de la innovación que él produce como individuo, que es lo que ha traído el capitalismo a la vida”, argumenta.

En las universidades de la Venezuela de los ochenta se alentaba el pensamiento de izquierda y estos intelectuales se plantearon la necesidad de que en el país hubiese una discusión sobre la filosofía fundamentada en los principios del liberalismo.

“Cedice abrió las puertas a pensadores clásicos, como Adam Smith, Carl Menger, Ludwig Von Mises, Friedrich Von Hayek, o los más contemporáneos como Milton Friedman y otros, e impulsó un debate sobre las ideas que de verdad traen beneficio a la sociedad”, recuerda Guijarro, pero también dio espacio al desarrollo de las ideas liberales en Venezuela.

“En 38 años —dice Mercedes De Freitas, directora ejecutiva de Transparencia Venezuela y beneficiaria de los programas de formación de Cedice hasta hoy- Cedice ha formado a miles de personas en temas que solo esta organización estaba manejando. Cedice hizo que profesores universitarios incorporaran temas económicos de relevancia dentro de sus cátedras. Cedice ha sido promotor de las discusiones de diversos temas económicos, no solo dentro del pensamiento liberal, sino de la relación de ese pensamiento con lo público, con lo privado, con los individuos, incorporando el tema ético a la discusión económica y además promoviendo, formando y fortaleciendo las capacidades y la discusión filosófica. Abriendo espacios, ayudó a que una gran cantidad de personas se convirtieran en referencias en el país. Por ejemplo, Emeterio Gómez, que más que un economista devino en un filósofo de la economía y de la ética, y ese pensamiento que él desarrolló encontró lugar en Cedice. Este centro de ideas ha creado programas de formación de liderazgo que luego se convirtieron en programas independientes, como Liderazgo y visión”.

La necesidad de producir información que el Estado venezolano ya no divulga, y posiblemente no produce, ha impulsado a Cedice (así como a otras organizaciones de la sociedad civil) a crear observatorios para monitoreo, seguimiento y análisis de temas fundamentales para la vida ciudadana. El Observatorio Venezolano de Gasto Público, el Observatorio Económico Legislativo o el Observatorio de Derechos de propiedad velan por derechos humanos económicos y sociales, como son el derecho a la propiedad, el derecho a contar con un marco jurídico que garantice las libertades, o el derecho a saber cómo el Estado gasta el dinero.

Desde hace 15 años existe el Centro de formación en economía de mercado para niños, niñas y jóvenes, que a través de cuentos se les enseña cómo funciona la economía, “que no es otra cosa que la acción humana. Cada paso que da un individuo tiene un costo y tiene un beneficio”, dice Guijarro, quien para los próximos 30 años avizora “un país libre, con mucha inversión, donde quienes han migrado regresan y ayudan a construir esta Venezuela grande y maravillosa”.

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