“Venezuela vive una crisis humanitaria en el sector salud que se expresa desde la prevención hasta la atención materno infantil, pasando por la atención al adulto mayor. Hay crisis en todas las áreas de salud”, explica Rafael Orihuela, exministro de salud y exdirector de Hospital Universitario en Caracas.
En el contexto de un sistema sanitario precario se le suma el desabastecimiento de medicamentos en Venezuela que alcanza el 86% de los insumos, según la Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven).
De hecho, para cuatro de las cinco enfermedades que agrupan las principales causas de muerte no hay medicinas: las cardiovasculares, el cáncer, las cerebrovasculares y la diabetes.
El médico cirujano relata cómo el sistema de salud en el país se ha deteriorado en los últimos 17 años, siendo las áreas más afectadas: la prevención a la maternidad, la tasa de mortalidad infantil, la inoperatividad del paralelismo sanitario creado con Barrio Adentro, el déficit de personal sanitario y el aumento de casos epidemiológicos ante la ausencia de centros de vigilancias.
Orihuela advierte que los grupos de edad más avanzada representan 2 millones de personas, que por su edad presentan patologías, siendo éste el grupo más vulnerable ante la escasez de medicamentos, junto con los pacientes con cáncer y la población infantil.
Para solucionar la escasez el experto recuerda que la Organización Mundial para la Salud (OMS) facilita los fondos de contingencia para situaciones como la que vive Venezuela, el organismo lo hace desde hace más de 40 años.
En ese sentido, el médico cataloga la compra de medicamentos a Cuba como una irresponsabilidad gubernamental en la que se ha consolidado un negocio entre las partes involucradas.
“Aquí en Venezuela existen laboratorios de altísima calidad y otros internacionales que pueden fabricar medicinas: el 90% de todo lo que se hace falta, pero no se está haciendo por falta de materia prima. No hay dinero para comprarla y existe un subsidio a la compra de materia prima para que el medicamento se venda más barato a la población, bajo un cálculo atípico. Existe distorsión, no hay punto intermedio para la compra de materia prima por parte de las empresas. Ellos (el Gobierno) deben entender que esto no debe ser un problema ideológico. Es un problema político y de corrupción”, sentencia.
¿Cuáles son los estándares internacionales de mortalidad infantil?
“La mortalidad infantil mundial es 6.5 a 7 por cada 1.000 nacidos vivos, en Venezuela es casi de 15”.
“En Venezuela se estuvo midiendo la tasa de mortalidad infantil durante más de 40 años. Desde el 1958 hasta el 1998 tuvo una caída promediada anual de un punto, cuando llegó (Hugo) Chávez al Gobierno estaba en 22,7. Si se hubiesen aplicado los correctivos por enfermedades infecciosas y por vacunas, el país podría haberse equiparado con el resto del mundo, pero cuando chequeamos donde estamos, resulta que no fuimos disminuyendo un punto por año en los últimos 17. Incluso en 2007, 2008, 2009, 2010, 2011 regresamos a la tasada de 2005, y hoy estamos casi en 15. Los niños están muriendo en ese primer mes de vida básicamente por la ausencia de vacunación”.
El sistema sanitario de Barrio Adentro amparado en las misiones que creó Chávez en 2003 surge como una sustitución de ambulatorios rurales, urbanos y hospitales. “El gobierno planificó presentarle al mundo el nuevo modelo de salud copiado a los cubanos que se supone que estaba entregándole salud a todos, y lo que hizo fue envilecer el modelo, anarquizándolo mucho más. Creó direcciones al margen del Ministerio de Salud. Barrio Adentro es una estructura vertical controlada desde Miraflores, es una misión presidencial, que no tiene que ver con el ministerio, de hecho lleva hasta sus propias cifras estadísticas”, enfatiza Orihuela.
¿Cumple Barrio Adentro con la atención primaria?
“La misión Barrio Adentro tiene por definición la aplicación de la atención primaria en salud, que básicamente es también la atención materno-infantil. Su labor es ocuparse de los grupos etarios de los niños menores a 5 años de edad, y la madre embarazada cuyo parto va ser normal, pero en Venezuela con una tasa de natalidad alrededor de 620 mil niños -según las últimas estadísticas entregadas oficialmente en 2012- los partos normales que atendió el sistema de salud Barrio Adentro no llegaron a 1.500. ¿Qué paso con los otros 600 mil?. Que hayan entendido menos de 2 mil partos es algo insólito, el resto está fuera del sistema, ese es el punto clave”.
“El centro del fracaso genera más muertes neonatales y complicaciones en el embarazo, lo que produce una falla de entrada al sistema. Eso es lo que debe atacar, que es un problema más social y político, puedes obtener una disminución de la tasa de embarazo y orden en el control prenatal. Una vez que nace el niño debe vacunarse, pero en Venezuela no hay capacidad estructural para vacunarlos a todos, y las vacunas existentes no están en buen estado”.
El Gobierno ha informado sobre la existencia de 17.800 centros de atención primaria a cargo de Barrio Adentro, pero Orihuela es incrédulo al respecto y explica que cuando nació este sistema sanitario arrancó con un plan de ambulatorios que termina el proyecto con hospitales muy grandes, 600 Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y 600 Sistemas de Reservaciones Inmediatas (SRI). Fue un plan para construir 8.400 módulos hexagonales entre 2004 y 2006. En 2006 cuando se completo el proyecto hicieron 6.200, de esos en 2014 menos de la mitad estaban operativos, los otros estaban cerrados, invadidos y sobre todo, han perdido el recurso humano. Eso coincidió con la retirada de Venezuela para Bolivia de más 15 mil médicos cubanos.
Esta misión no ha beneficiado en lo absoluto a la población. La nación no sabe cuánto pago, pero (Nicolás) Maduro dijo que invirtieron 250 mil millones de dólares, para ponerlo en contexto Orihuela explica que esa cifra es el gasto del presupuesto del Ministerio de Salud durante 125 años, más de un siglo. “Consumió el gasto de un siglo. Esa es una de las razones por la cual debe enjuiciarse”, advierte.
A la crisis humanitaria ocasionada por la ausencia de medicamentos se le suma el déficit de personal sanitario. Según los estándares internacionales debe haber un médico por cada 300 – 450 habitantes. En Venezuela, en 1984 había un déficit de 20 mil enfermeras. Actualmente el déficit de médicos es de 80 mil aproximadamente.
Pero el drama sanitario no termina allí, también hay un colapso en el número de camas hospitalarias.
Orihuela explica que en 1995 había 46 mil camas hospitalarias en Venezuela, de las cuales 36 mil dependían del Estado (Ipasme, IVSS, entre otras), las 10 mil camas restantes pertenecían al sector privadas. Actualmente hay 21.700 camas en los centros de salud pública y 8 mil privadas. Ha aumentado la ocupación de las privadas, porque el Estado están en crisis, que llegaron a cifra crítica de 16.900 camas hace 3 años, aunque se han ido recuperando el tamaño del déficit sigue siendo grande. Pasamos de 36.000 a 21.700.