El acceso a la información pública no es sólo para los periodistas
Con sus trabajos, ha logrado constatar irregularidades en organismos públicos y develar importantes casos de corrupción que han sacudido al país. Tras la publicación de la investigación Los «vivos»que se metieron en el mausoleo de Bolívar, consiguió que el propio Presidente de la República sacara a uno de sus ministros. Su especialidad la ha llevado a ser galardonada en cuatro ocasiones con el Premio Ipys (Instituto Prensa y Sociedad) al periodismo de investigación. En esta entrevista, Lisseth Boon cuenta cómo ha conseguido desarrollar el periodismo de investigación en el contexto de un país con graves limitaciones de Acceso a la Información Pública (AIP).
En el marco de la celebración del Día Internacional por el derecho Saber, la periodista Liseth Boon abre la serie de entrevistas “Información para todos”, preparada por la Coalición ProAcceso para dar cuenta de la importancia del acceso a la información en todos los ámbitos de la vida pública.
En el foro El Derecho a Saber en el Continente, comentaste que: “el Acceso a la Información Pública es una de las mayores trabas para el periodismo de investigación”, ¿cómo consiguen la información?
Es necesario ser muy curioso, insistente, y perseverante, no vas a conseguir esa información a primera mano. En el caso del trabajo del Seguro Social todo comenzó por una palabra, “Contiental Medica”. Yo no tenía nada más, solamente eso y que estaban importando insumos médicos, y de allí armé una base de datos a partir de cifras y de documentos oficiales. Posteriormente, con el registro nacional de contratistas empecé a cruzar nombres, apellidos, teléfonos, direcciones, RIF. Muchos de mis trabajos de investigación los he hecho así, también revisando el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) que, actualmente está desactualizado, y las bases de datos internacionales.
Una de las ventajas que tenemos para el periodismo de investigación, pero que a su vez puede ser un arma de doble filo o desventaja para los cleptócratas -esa gente que está haciendo negocios con los recursos públicos- es que Cadivi y el control de cambio han sido uno de los focos de mayor corrupción y de malos manejos en los últimos años en el país que han dejado registros. No solo en Venezuela sino afuera, estamos hablando de comercio internacional y podemos recurrir a esas bases de datos como alternativa.
Cuando hice el trabajo de la importación de leche de la empresa pública Casa, adscrita al Ministerio para la Alimentación, no conseguí nada en el país, ningún registro, pero esa leche la traían de nueva Zelanda, entonces pude ingresar a sus bases de datos. Siempre hay maneras de investigar.
¿En Venezuela el Acceso a la Información Pública siempre ha sido igual?
No, eso cambió, sobre todo con el gobierno del ex presidente Hugo Chávez y que luego continuó Nicolás Maduro. Esto forma parte de un plan de control de la información, también llamado “hegemonía comunicacional”, que está directamente relacionado con el control de los medios y de la información que transmite el gobierno. Hay una intención de mantener oculta la información.
Aunque, en la era digital puede suponerse que una de las ventajas es el mayor acceso a los portales digitales, de una manera pública y abierta hemos notado, sobre todo en los últimos dos años, que se están cerrando algunas fuentes digitales que podíamos conseguir en internet. Ya teníamos unos antecedentes, podríamos decir bloqueos físicos o como los llamo yo “portazos” de ciertos organismos. Como lo vimos en el caso de mediados del 2000 con el cierre de la oficina de prensa de la antigua Policía Técnica Judicial (PTJ), ahora Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC). Ese era un sitio donde los periodistas iban todos los días a averiguar la parte policial, donde se conseguían las novedades policiales ligadas a sucesos. El otro caso fue Miraflores, donde podías abordar a los mismos ministros en los gabinetes y preguntarles directamente. Todas estas situaciones forman parte de este cuadro de limitación de la información.
¿Cuáles son los datos que se han dejado de publicar?
Las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) y de la escasez, los movimientos de comercio exterior en donde está el registro de importaciones y exportaciones, eso se dejó de publicar en diciembre de 2014 y para el 2015 ya no había ningún dato. Por ejemplo, podías tener acceso a cuáles rubros se estaban importando durante los últimos años, el dinero invertido en esas importaciones, aunque no salía los nombres de las empresas.
Lo otro es a quién le están otorgando dólares preferenciales, eso tenemos que saberlo todos. Hay empresas a las que se les concedió una millonada durante todos estos años y luego a pesar de su dudoso origen se les siguió asignando recursos en el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex), después, una vez que se eliminó la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi). Ya no se publica el anuario de morbilidad y mortalidad, no sabemos de qué se están muriendo los venezolanos desde el 2011. El boletín epidemiológico que tenía más de tres décadas publicándose y sabíamos semanalmente una lista de enfermedades importantes.
Estamos desactualizados en todo, como ciudadana me angustia, porque no se puede armar un plan de gestión pública si no sabes qué es lo que pasa. Si bien no se da a conocer los datos, se están registrando.
¿Dónde se consigue información?
Está el Ministerio Público y otras páginas que siguen abiertas. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), por ejemplo, muestra todas las actas de procedimientos jurídicos, pero hubo un rediseño de la página y ahora los buscadores son menos accesibles, ya no puedes hacer una búsqueda simple, ahora tienes que saber la fecha de la sentencia. En el caso de la Contraloría también están los informes. Sin embargo, en el Registro Nacional de Contratistas (RNC) no se dice todo: hay empresas que no declaran con quiénes han tenido contratos o con cuáles organismos del estado han contratado. Pero, a pesar de todo, es una herramienta muy importante que no todos los países tienen. El Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS) es abierto y podemos ver las fichas de cotización. El Instituto Nacional de Tránsito Terrestre tiene algunas bases de datos que todavía están abiertas.
¿Cuáles son los requisitos indispensables en una Ley de Acceso a la Información para el ejercicio del periodismo?
En principio, la obligatoriedad del acceso a la información para todos por igual, como en las páginas web. Si es información más sensible que podamos solicitarla ante los entes y organismos correspondientes y que la otorguen, o algo tan simple como acceder a una entrevista con los funcionarios, porque aquí eso no existe.
El funcionario debe estar obligado a responder porque no es para el periodista, es para los ciudadanos, es una información que requiere el país. Parece que han manejado la información pública como si fuese un patrimonio personal o de la revolución del proyecto político. Esto es un derecho de todos los ciudadanos y los periodistas para poder explicar lo que está pasando. Necesitamos datos en cuanto al manejo de los fondos públicos, de las finanzas, por qué no está llegando la comida a los hogares, por qué hay escasez de medicinas, insumos médicos, por qué hay tantos problemas en los hospitales.
¿Cuál es el aporte del periodismo al AIP?
La insistencia, debemos insistir en que se apruebe esta ley, o que los organismos públicos tienen que abrir su acceso a la información, tienen que acceder a dar la información que exijan los periodistas y los ciudadanos. Porque allí está el retrato de los manejos de los fondos públicos, de su gestión, ellos son empleados públicos para los ciudadanos. Es insistir y educar, no solo es un tema de periodismo sino que es para todos.