Consuegra de Reverol administra los bienes confiscados a capos del narcotráfico
Fichas del ministro Néstor Reverol, ex comandante general de la Guardia Nacional Bolivariana, y del gobernador El Aissami toman puestos clave en el Ministerio de Relaciones Interiores
Pedro Pablo Peñaloza
No se trata de cualquier cargo. Ni, por supuesto, de cualquier persona. Apenas regresó al despacho de Relaciones Interiores, Justicia y Paz (MRIJ), el mayor general Néstor Luis Reverol Torres colocó a una ficha de su absoluta confianza al frente del organismo que se encarga de conservar y administrar los bienes que son arrebatados a los capos del narcotráfico.
El antiguo comandante de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) regresó al despacho de Relaciones Interiores el 2 de agosto, luego de que se conociera que pesaba en su contra una acusación por narcotráfico ante una corte federal de Nueva York. Veinte días más tarde, el flamante ministro firmó la resolución que nombraba a Susana Coromoto Acosta de Márquez directora general del Servicio Nacional de Administración y Enajenación de Bienes Asegurados o Incautados, Confiscados y Decomisados (SNB).
Reverol Torres confía en Acosta de Márquez. Basta revisar su currículo para constatarlo. Esta técnico superior en Enfermería y abogada egresada de la Universidad Santa María de Caracas, manejó la dirección del Fondo Nacional Antidrogas (FONA) entre 2010 y 2011 por órdenes del militar, que en ese tiempo presidía la Oficina Nacional Antidrogas (ONA). Además, se desempeñó como directora principal de la Fundación Venezolana para la Prevención y Tratamiento del Consumo de Drogas (Fundapret), durante la gestión del mayor general en esa institución en 2013.
La funcionaria tomó de la Dirección General de la Consultoría Jurídica del MIJ el primero de noviembre de 2011. Su ascenso fue refrendado por el ministro de la época, Tareck El Aissami, quien tuvo a su diestra a Reverol Torres como viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana. Acosta de Márquez asumió una responsabilidad similar en la ONA en 2013, bajo la conducción del general Alejandro Keleris Bucarito, quien en su condición de inspector general de la GNB integró el alto mando de ese componente que encabezó el propio Reverol Torres.
Sin embargo, aparte de los vínculos profesionales y burocráticos, existe otro lazo que emparenta a Reverol Torres y Acosta de Márquez, quien ejerció como jueza de primera instancia en lo Penal entre 2005 y 2006 en el estado Amazonas. Y es que la mujer que fiscaliza y custodia las posesiones de narcotraficantes como Walid Makled –que recupera el Estado venezolano– es consuegra del ministro. Su hija, Roxana Karina Márquez Acosta, está casada con Néstor Luis Reverol Patiño, primogénito del ex comandante de la GNB, quien además ocupa un puesto de primer secretario en la embajada de Venezuela en Argentina.
Acusaciones polémicas
“Quiero denunciar al general Néstor Reverol. Él ha manejado mis empresas durante 23 meses. Esas empresas han generado en ese tiempo 140 millones de dólares. Esos 140 millones tendrían que estar depositados en un tribunal y no están”. Esta acusación fue lanzada por Walid Makled en una entrevista que publicó el diario El Nacional el domingo 10 de octubre de 2010.
Tras las rejas de la cárcel de alta seguridad de Cómbita –Tunja, Colombia-, el capo arremetió contra el para entonces jefe de la ONA. “¿Cómo es posible que un general viva en una casa de 3, 4 millones de dólares, como vive el general Néstor Reverol? ¿Cómo es posible que su familia en Cabimas (estado Zulia) viva en una casa de 2 millones de dólares? Claro, con la plata de los Makled”, cuestionó.
Reverol Torres desmintió a Makled durante su intervención en el primer taller de capacitación sobre la Ley Orgánica de Drogas, realizado el 10 de noviembre de ese año. Allí recalcó que todos los bienes incautados a “El Árabe” fueron destinados a obras que beneficiaron a los venezolanos.
“Recibimos (el Estado venezolano) esa línea (Aeropostal) con un solo avión, ahora tiene cinco operando con propios recursos de la empresa y está adquiriendo dos aviones más para ponerlos al servicio del pueblo”, precisó el mayor general, según reseñó el diario estatal Ciudad Caracas. Apuntó que una flota de 77 gandolas “que antes traficaba droga, ahora se está poniendo a la orden del Ministerio de la Alimentación”, y que viviendas confiscadas “fueron asignadas a fundaciones para menores con discapacidad”.
La finca de El Rosario (estado Carabobo) fue entregada al Instituto Nacional de Tierras (INTI) para contribuir con la “soberanía alimentaria” de Venezuela, al tiempo que algunos vehículos se entregaron al Ministerio de Relaciones Exteriores y el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc).
El mayor general tampoco dejó pasar los dardos contra su familia. “Este señor (Makled) alegaba que yo tenía una casa en Cabimas que cuesta 2 millones de dólares. Quien conoce Cabimas, hay que verle la cara a una casa de ese costo. Sin embargo, los órganos de investigación perfectamente están capacitados para hacer su trabajo”, respondió.
El Aissami participó en ese primer taller de capacitación sobre la Ley Orgánica de Drogas, en su condición de titular del MIJ. En su discurso, el ministro destacó que ese instrumento legal, promulgado el 15 de septiembre de 2010, sentaba las bases para la creación del Servicio Nacional de Administración y Enajenación de Bienes Asegurados o Incautados, Confiscados y Decomisados.
La fundación del organismo quedó establecida en la Gaceta Oficial número 39.602 del 26 de enero de 2011, a través de un decreto firmado por el difunto presidente Hugo Chávez, donde se enumeran las 24 atribuciones del SNB, entre las que figura el diseño de medidas para “evitar que se alteren, desaparezcan, deterioren o destruyan” los bienes retomados. Esa es ahora una de las funciones de la consuegra de Reverol Torres, que exhibe en su hoja de vida tres condecoraciones otorgadas por la GNB en Amazonas y otra más entregada por el Comité Regional contra el Uso Indebido de las Drogas en esa misma entidad.
Los hombres del general
El militar arma su equipo. El ministro nombró director ejecutivo del Fondo Nacional Antidrogas (FONA) a Alberto Alexander Matheus Meléndez, coronel de la GNB que fungió como director de Administración de la Dirección de Logística de ese componente armado cuando Reverol Torres estaba en la Comandancia General.
Matheus Meléndez ya tuvo otra pasantía en el MIJ, como inspector nacional adjunto de la Inspectoría Nacional de Casinos de la Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles. Aquella designación, que se hizo oficial el 29 de marzo de 2011, fue suscrita por Reverol Torres, en ese tiempo viceministro de El Aissami.
El FONA define su misión en estos términos: “recaudar el aporte y la contribución especial establecidos en la Ley Orgánica de Drogas, destinados al financiamiento de proyectos de prevención del consumo y tráfico ilícito de drogas; tratamiento, rehabilitación y reinserción de la persona consumidora; así como de prestar servicios de capacitación y adiestramiento en materia de prevención”. La norma fija que todas “las personas jurídicas privadas, consorcios y entes públicos con fines empresariales, que ocupen cincuenta trabajadores o más” en el país deben depositar el equivalente al 1% de sus ganancias en este fondo.
La renovación de la plana mayor del MIJ continuó el 28 de septiembre con la llegada de los viceministros Hanthony Rafael Coello Bello, José Humberto Ramírez Márquez y Edylberto José Molina Molina. Coello Bello fue viceministro de Héctor Rodríguez en el Ministerio de la Juventud en 2013, forma parte de la Dirección Nacional de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y cayó derrotado en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015 en Nueva Esparta.
Ramírez Márquez viene de ser superintendente nacional contra la corrupción, puesto que le concedió el presidente Nicolás Maduro el 10 de diciembre de 2014, y director del Cicpc con El Aissami y durante la primera gestión de Reverol Torres en el despacho de Relaciones Interiores.
Molina Molina trabajó como subdirector en la ONA con el ex comandante general de la GNB. Pero más allá de esta experiencia laboral, comparten otra historia: los dos fueron acusados el primero de agosto por fiscales de Estados Unidos ante una corte federal en Nueva York por supuestamente participar en actividades relacionadas con el narcotráfico.
En su defensa frente a los medios, Reverol Torres reivindicó su trayectoria militar, recordó que fue edecán de Chávez y volvió sobre un tema que lo persigue hasta hoy: el caso Makled. “Cuando el narcotraficante Walid Makled me señala a mí de que yo le robé 140 millones de dólares, y que yo dispuse y me apropié de sus bienes (…) el comandante Hugo Chávez asignó todos los bienes y todas las propiedades del narcotraficante Walid Makled, que dejó de ser una plataforma logística para convertirse en apoyo al Gobierno y en apoyo al pueblo”, sentenció el mayor general.