El reciente operativo a cielo abierto realizado en la población de Sabaneta, capital del Municipio Alberto Arvelo Torrealba, en Barinas, dejó el saldo de un muerto y aproximadamente, 75 heridos.
Ninguno de ellos imaginó que ese mañana, la algarabía por adquirir productos de la cesta básica a precio regulado y línea blanca, se convertiría en una pesadilla que ese viernes 28 de agosto, enlutaría a una humilde familia de Sabaneta.
María Aguirre, de 75 años, perdió la vida en medio de la multitud que corrió despavorida al escuchar las tres detonaciones de perdigones que disparó un efectivo de la Guardia Nacional para tratar de controlar a las casi 10.000 personas provenientes de distintos municipios del estado Barinas (Cruz Paredes, Obispos, Sosa, Rojas, Alberto Arvelo Torrealba, Barinas) y Portuguesa (Boconoito).
“Eso fue algo espantoso – relata Tito Conde, habitante de Sabaneta, el pueblo está de luto, no le pararon pelotas a la situación. Un general que estaba allí le dio volumen a la corneta y no se había percatado que había 75 personas tiradas en el suelo”.
No había paramédicos que atendieran a los heridos, los funcionarios del Cuerpo de Bomberos llegaron tarde. “Un Guardia Nacional detonó tres disparos para que la gente se dispersara y la gente se salió asustada”.
Reclamaron que el alcalde del Municipio Aníbal Chávez diera la cara
Lamentablemente, y a pesar de ser esta la cuna de la Revolución, ni el Centro Diagnóstico Integral, ni el Hospital cuentan con ambulancia. Los heridos fueron trasladados en vehículos de la Guardia Nacional y en carros particulares.
El testimonio de una joven dedicada a la venta de empanadas también es desgarrador. Aún lucía los rosetones en su brazo luego de los hechos ocurridos. “Yo no sabía qué hacer al ver a la señora allí tirada… entré en pánico. Yo no vuelvo a hacer cola para comprar cuatro paquetes de harina pan o de azúcar, pude haber perdido la vida”. Quizá por temor hablan entre dientes y con voz bajita cuando cuentan los hechos.
La joven afirmó que no fueron uno, sino dos los muertos, así se lo habría informado el trabajador encargado de preparar a los difuntos en el pueblo de Sabaneta.