Opacidad pone en riesgo éxito de la respuesta mundial al COVID-19
Una nueva investigación de Transparencia Internacional y la Universidad de Toronto obtiene resultados de menos de la mitad de los ensayos clínicos y solo 7 % de los contratos publicados
Transparencia Venezuela, 04 de junio de 2021. La falta de transparencia en los ensayos clínicos de las vacunas contra el COVID-19 y el secretismo sobre los acuerdos, entre los gobiernos y las compañías farmacéuticas, ponen en riesgo el éxito de la respuesta mundial a la pandemia, advierte una nueva investigación de Transparencia Internacional y la Universidad de Toronto.
La investigación, publicada el pasado 25 de mayo, ¿A quién beneficia? (For Whose Benefit?) estudia en profundidad el desarrollo y la venta de las 20 principales vacunas contra el COVID-19, incluidas las desarrolladas por AstraZeneca, Pfizer-BioNTech y Moderna. Tras analizar de manera exhaustiva los datos de los ensayos clínicos y con casi 200 contratos firmados para la venta de vacunas hasta marzo de 2021, el informe revela un patrón de poca transparencia y una tendencia inquietante de gobiernos que censuran datos fundamentales de los pedidos que han realizado a las compañías farmacéuticas.
En vista de que los resultados de una encuesta reciente muestran que un tercio de la población mundial (1.300 millones de personas) no está dispuesta a vacunarse contra el coronavirus, la transparencia es vital para generar confianza, señala la organización.
La transparencia en los ensayos clínicos es la única forma de poder controlar la seguridad y la eficacia de las vacunas y es una garantía clave contra la información selectiva de resultados o la manipulación de datos.
A pesar de esto, el análisis de los 86 ensayos clínicos registrados para las 20 principales vacunas revela que:
- Se habían notificado solo 45 % de los resultados de estos ensayos.
- De esta cifra, 41 % proporcionó solo los resultados más importantes, a través de un comunicado o una conferencia de prensa, sin poner los datos completos a disposición del escrutinio de los medios o la reseña académica.
- Se han publicado protocolos para solo 12 % de los ensayos clínicos registrados en nuestro análisis, por lo que no hay forma de conocer las condiciones en las que se llevaron a cabo.
La investigación también destaca la poca transparencia de los contratos firmados entre las compañías farmacéuticas y los gobiernos. Del montón de contratos que se han publicado, casi todos incluyen ediciones importantes en la información clave, como el importe que se ha pagado en total, el precio de cada dosis y los planes de entrega.
El análisis de 183 contratos para 12 vacunas diferentes contra la COVID-19 revela que:
- A través de canales oficiales, solo se ha publicado 7 % de los contratos de vacunas firmados entre desarrolladores y autoridades gubernamentales.
- Solo se ha publicado un contrato (0,5 %) sin ediciones. La mayoría presenta páginas llenas de ediciones que ocultan información trascendental de interés público.
- Hay discrepancias importantes sobre el precio pagado. Las economías de países como Suráfrica, con una renta media alta, están pagando por la vacuna desarrollada por Oxford-Astra-Zeneca un promedio de 25 % más por dosis, que las economías con ingresos altos como la Unión Europea.
Jonathan Cushing, director del Programa de Salud Global de Transparencia Internacional, dijo que “estos resultados generan lecturas preocupantes y conllevan importantes implicaciones no solo para la respuesta a la COVID-19, sino también para futuras emergencias sanitarias. La falta de transparencia de muchos ensayos clínicos, combinada con los enormes incentivos financieros para producir tratamientos efectivos, deja la puerta abierta, de par en par, a la presentación de informes selectivos sobre los resultados o la manipulación directa de datos. Al no publicarse los datos, se crea un espacio para verdades a medias engañosas y potencialmente peligrosas, desinformación y teorías conspiratorias, las cuales, a su vez, contribuyen a que se generen dudas sobre las vacunas”.
“Igual de preocupante es la falta de transparencia sobre los contratos entre los gobiernos y los desarrolladores de las vacunas. Privar al público de consultar contratos o publicar documentos llenos de texto editado significa no terminar de enterarnos de a qué se adhieren los gobiernos. Teniendo en cuenta las enormes cantidades de dinero público invertidas en investigación y desarrollo en todo el mundo, los ciudadanos tienen derecho a saber todo lo relacionado con las vacunas que han podido financiarse gracias a sus impuestos”, subraya.
La organización propone una serie de recomendaciones que podrían mejorar la transparencia, impulsar la confianza del público y ayudar a garantizar el éxito a largo plazo de la respuesta al COVID-19. Transparencia Internacional Salud Global solicita que:
Los gobiernos nacionales adopten y hagan cumplir la legislación que requiera el registro previo de todos los ensayos clínicos y la publicación de los resultados, resumidos en un plazo de 12 meses tras su finalización. Todos los gobiernos que han comprado vacunas sigan también el ejemplo de Estados Unidos y hagan públicos sus contratos.
Los desarrolladores de vacunas publiquen los protocolos de sus ensayos clínicos en un registro de acceso público (si aún no lo han hecho). Los desarrolladores se sirvan también de los medios de comunicación para anunciar los resultados de los ensayos clínicos junto con el análisis de datos publicado en una revista médica revisada por pares, un registro de ensayos clínicos o como un artículo preimpreso.