Mensaje a Cancilleres reunidos en Cancún: Sociedad venezolana necesita de su respaldo
La sociedad venezolana sufre hoy múltiples tipos de violencia. La violencia de los cuerpos represivos que intentan asfixiar la protesta pacífica. La violencia que se esconde detrás del hambre, consecuencia de la escasez de alimentos y una altísima tasa de inflación que impide a los ciudadanos adquirir su sustento diario. La violencia que se expresa en una crisis sanitaria reflejada en el desmantelamiento del servicio de salud pública y la ausencia de las medicinas. Y la violencia institucional que se ejerce desde el poder, que ahora promueve una Constituyente para –han declarado sus promotores- “aniquilar” a la oposición, cerrar el Parlamento, y remover a la fiscal general, Luisa Ortega Díaz. Así el presidente Maduro pretende “imponer la paz”, tras advertir que Venezuela solo tiene una alternativa: “Constituyente o guerra”.
En medio de la lucha por recuperar la plena vigencia de los derechos constitucionales, los venezolanos agradecen el apoyo de aquellos gobiernos que han asumido una posición valiente en defensa de la democracia en el país y el hemisferio. Costa Rica, Colombia, Chile, Canadá, Brasil, Belice, Barbados, Bahamas, Argentina, Uruguay, Santa Lucía, Perú, Paraguay, Panamá, México, Jamaica, Honduras, Guyana, Guatemala y Estados Unidos, ratificaron su compromiso con la paz y los principios democráticos, al tiempo que demostraron con hechos su solidaridad con los venezolanos.
Lamentablemente, una minoría decidió darle la espalda a Venezuela. Los gobiernos de Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Bolivia, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Haití, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago, y Antigua y Barbuda, inscribieron sus nombres en una de las páginas más oscuras de la historia del Continente. Con sus votos negativos y sus abstenciones, han respaldado la instauración de una dictadura militarista que viola los derechos humanos y amenaza la estabilidad de la región.
Mientras la canciller Delcy Rodríguez celebraba el “triunfo” de la diplomacia bolivariana en la OEA, una humilde familia venezolana lloraba la muerte de uno de sus hijos. En contraste con el discurso del gobierno del presidente Nicolás Maduro que se dice promotor de la paz, efectivos de la Guardia Nacional dispararon este lunes sus armas de fuego contra una manifestación de la oposición y asesinaron a Fabián Urbina, un joven de 17 años.
Obligados por la abundante evidencia recogida en videos y fotografías, el ministro de Interior, Néstor Luis Reverol Torres, y el comandante de la Guardia Nacional Bolivariana, Antonio Benavides Torres, debieron reconocer públicamente que Urbina cayó víctima del “uso indebido y desproporcionado de la fuerza”. Con este muchacho ya son 75 muertos los que se han registrado producto de la represión en el marco de las manifestaciones ciudadanas que exigen democracia y respeto a la Constitución venezolana.
Las manos de los represores que segaron los sueños del joven Fabián Urbina están machadas de sangre. Sepan aquellos que apoyan a los autores de estos actos abominables, que esa misma sangre también los salpica y los marca ante los ojos de los venezolanos y de quienes en América reclaman más y mejor democracia para todos.
Firman:
Transparencia Venezuela
Cedice Libertad
Sin Mordaza
Red Latinoamericana y el Caribe por la Democracia – Redlac
Generación Activa
Acceso a la Justicia
Consorcio Desarrollo y Justicia
Chile Transparente
Asociación Venezolana de Organizaciones de Sociedad Civil – Sinergia
Fundefir, La Escuela de Ciudadanos, Una Ventana a la Libertad
Fundación Aguaclara
Provea
Espacio Público
La Fondation PATRIMONIO POUR HAITÍ