Transparencia Venezuela 30 de julio de 2024. “La confianza crece con la lentitud una palmera y se cae a la velocidad de un coco”. El Consejo Nacional Electoral (CNE) está comprobando en carne propia la veracidad de este refrán árabe, pues su anuncio de que Nicolás Maduro ganó las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, sin haber terminado de totalizar los votos y sin publicar los resultados completos, ha desatado una ola de cuestionamientos internacionales que revelan que pocos creen en sus datos.

Tan pronto el presidente del CNE, Elvis Amoroso, anunció en la madrugada del lunes que el aspirante a la reelección ganó los comicios con el 51,2 % de votos frente al 44,2% del opositor Edmundo González Urrutia se comenzaron a suceder declaraciones desde gobiernos y organizaciones internacionales en tres sentidos: Poniendo en duda la credibilidad de los cómputos y condicionando cualquier reconocimiento a que se presenten las actas de escrutinio; simplemente rechazándolos y denunciando fraude; y los que menos reconociéndolos.

En el primer grupo se encuentran países como Estados Unidos, Chile, Colombia, Brasil, México, España, Reino Unido, Portugal, Países Bajos y la Unión Europea (UE).

«El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer», advirtió el presidente d Chile Gabriel Boric, quien fue el primero en reaccionar al anuncio del CNE.

“La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados”, agregó el mandatario chileno en su cuenta de X (antigua Twitter), en un mensaje en el que dejó en claro que su administración no reconocerá ningún resultado ofrecido por el CNE que no haya sido debidamente auditado.

Acto seguido el Gobierno de Estados Unidos se pronunció por boca de su secretario de Estado, Anthony Blinken, quien afirmó: «Es fundamental que cada voto se cuente de forma justa y transparente, que los funcionarios electorales de inmediato compartan información con la oposición y los observadores independientes sin demora, y que las autoridades electorales publiquen una tabulación de los votos».

Una posición que la Casa Blanca ha reiterado con el paso de las horas, diciendo que “hay señales claras de que los resultados electorales anunciados por el CNE no reflejan la voluntad del pueblo venezolano tal como fue expresada en las urnas el 28 de julio”.

El Gobierno de Colombia ha instado a las autoridades venezolanas a que respalden el resultado con “herramientas y evidencias que la Constitución permite (…) por la paz de Venezuela se requiere conocer todas las actas de los resultados finales y que están sean auditadas por el mundo”, declaró el canciller colombiano, Luis Murillo.

En similares términos se pronunció el gobierno de Brasil. Precisamente este país envió a Celso Amorim, asesor internacional del presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, a Caracas para monitorear el proceso electoral. El excanciller brasileño aseguró que Maduro le habría dicho que “entregará las actas (electorales) en los próximos días”.

La Unión Europea, a través de su alto representante para Asuntos Exteriores y Política de SeguridadJosep Borrell, afirmó que «el pueblo venezolano votó sobre el futuro de su país de manera pacífica y masiva. Su voluntad debe ser respetada», escribió el funcionario en la red social X.

Borrell también señaló que «es vital asegurar la total transparencia del proceso electoral, incluyendo el conteo detallado de los votos y el acceso a las actas de votación de mesas electorales».

Una solicitud que respaldaron desde España. «Los venezolanos votaron el domingo democráticamente de manera muy mayoritaria», le dijo el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

«Nosotros queremos una total transparencia y por eso pedimos una publicación de las actas mesa por mesa», precisó el ministro.

Las demandas para que sean publicadas todas las actas de los escrutinios fueron respaldadas por el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, así como por el alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk (); y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Estas dos últimas instancias además expresaron su preocupación por los reportes que han recibido sobre “uso desproporcionado de la fuerza” por parte de las fuerzas policiales y militares, además de la participación de civiles armados, para reprimir a los ciudadanos que han salido a las calles a protestar contra lo que consideran un fraude electoral.

 

Los que respaldan la tesis del fraude

La líder opositora María Corina Machado ha asegurado que los resultados ofrecidos por el CNE no se compaginan con lo arrojado por las actas que tienen en su poder. Con el 73% de dichos documentos, la exdiputada aseguró Edmundo González Urrutia ganó con 6,27 millones de votos, frente a 2,75 millones de Maduro.

Con estos datos países como Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay denunciaron la perpetración de un fraude.

“Los venezolanos eligieron terminar con la dictadura comunista de Nicolás Maduro. Los datos anuncian una victoria aplastante de la oposición y el mundo aguarda que reconozca la derrota luego de años de socialismo, miseria, decadencia y muerte. Argentina no va a reconocer otro fraude, y espera que las Fuerzas Armadas esta vez defiendan la democracia y la voluntad popular”, escribió el presidente de Argentina Javier Milei en su cuenta de X.

Los mandatarios de Costa Rica, Ecuador, Panamá y El Salvador, Rodrigo Chaves, Daniel Noboa, José Raúl Molino y Nayib Bukele, respectivamente, también calificaron de fraudulentos las elecciones del 28 de julio en Venezuela.

En similares términos se pronunció el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, exigió a Maduro “aceptar su derrota electoral y abrir el camino al retorno a la democracia en Venezuela”.

Pero el gobierno de Perú fue un paso más allá y no solo consideró viciados los resultados oficiales, sino que anunció que reconoce al opositor González Urrutia como presidente electo de Venezuela.

«Esta posición es compartida por numerosos países, gobiernos y organismos internacionales», aseguró el canciller peruano Javier González-Olaechea al canal estatal TV Perú.

 

El club de que los han reconocido el “triunfo” del oficialismo

Maduro no solo ha recibido cuestionamientos o acusaciones de fraude, sino también felicitaciones. Países como China, Qatar, Rusia e Irán han reconocido su victoria.

El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó la «asociación estratégica» de las relaciones ruso-venezolanas y señaló que confía en que Maduro «seguirá contribuyendo a su desarrollo progresivo en todos los ámbitos … Recuerde que siempre será bienvenido en suelo ruso», dijo el mandatario, según el Kremlin.

Desde Beijing entretanto aseguraron que «China está dispuesta a enriquecer nuestra asociación estratégica y beneficiar más a los pueblos de ambos países», expresó Lin Jian, portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, según recoge AFP.

Teherán también congratuló a Venezuela por sus «exitosas» elecciones presidenciales «a pesar de algunas crueles e injustas amenazas y sanciones impuestas» al país.

En su primer discurso luego de ser declarado ganador, Maduro anunció que había recibido las felicitaciones de sus homólogos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos (ALBA), grupo integrado por Cuba, Nicaragua, Bolivia entre otras naciones latinoamericanas y caribeñas.

Total corner betting tips, expertly curated by Betzoid
Share This