La inseguridad no perdona a nadie
Luisa Ortega Díaz, al ser interrogada por miembros del Comité de la ONU: En Venezuela “el derecho a la vida es inviolable y sagrado. La Carta Magna prohíbe la pena de muerte y es obligación del Estado proteger la vida en cualquier circunstancia”. La labor de los organismos policiales no han podido ponerle freno al hampa, por el contrario, los crímenes se han vuelto cada vez más dantescos.
Las empresas privadas y públicas, no logran entender las políticas contradictoras que se han aplicado en las últimas semanas. Por un lado, el presidente Nicolás Maduro quiere dialogar con los empresarios y el sector productivo del país sin “exclusión” y por el otro, le coloca la soga al cuello a Polar al venderle el kilo de maíz blanco a Bs. 7 que importa de México a Bs 2 y acusarlos
Otra de las contrariedades es la orden de eliminar la venta de artículos de primera necesidad por número de cédula, pero hasta el 1ro de julio los únicos que la acatado son la red pública de distribución de alimentos (Bicentenario, Pdval y Mercal). Los privados dicen no haber recibido las directrices.
El ministro de Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, anunció el pasado 25 de junio que esta semana comenzaría una nueva oleada de construcción masiva de casas dignas en todo el país, sin ofrecer detalles del lugar ni la cantidad exacta. Hasta el momento no se conoce un listado de beneficiarios ni criterios de selección en lo referente a esta misión, lo que es un elemento que incida en la opacidad y corrupción.
En otro ámbito, la malaria reaparece en Venezuela. De acuerdo con el último reporte oficial del Ministerio de Salud, hasta el 13 de junio se diagnosticaron 55.623 casos que representan “un riesgo potencial de que la enfermedad se propague a todo el país.