La crisis alimentaria que atraviesa Venezuela no es nueva. Desde el año 2010, 160 mil toneladas de alimentos se han descompuesto bajo la responsabilidad de la Productora Venezolana de Alimentos (PDVAL), numerosas compras se han realizado a países sin el debido cumplimiento de los procesos de compra y venta, se ha creado un sistema biométrico para restringir el acceso a alimentos y miles de personas presentan graves problemas nutricionales como consecuencia del recrudecido panorama.
Ante la aguda situación de alimentos y su inexistente producción, el Gobierno Nacional ha había empleado algunas acciones para reimpulsar sus políticas en materia alimentaria por medio de la Misión Alimentación. En febrero se inició la Operación Gorgojo en el que funcionarios del establecimiento Abastos Bicentenarios fueron detenidos a causa de corrupción. Posteriormente, el Ejecutivo anuncia la creación de una corporación productiva y distribuidora de alimentos como fin último de la Misión Alimentación, Creación de Comités Locales de Abastecimiento y Producción, entre otros. Todas sin dar una real efectividad en el abastecimiento, soberanía y seguridad alimentaria de la población.
Pese a las medidas tomadas, la escasez continúa. Continúan las colas para comprar alimentos, inexistencia de los productos de la canasta básica, ciudadanos alimentándose 1 vez al día y personas hurgando entre la basura para conseguir alimentos. La respuesta por parte del mandatario Nacional ha sido la creación de la Gran Misión Abastecimiento Soberano que comprende 6 micromisiones: producción de semillas, regionalización del Programa de Alimentación Escolar, producción de alimentos balanceados para animales, generación de fuentes complementarias de proteína animal, producción de artículos de limpieza y protección a los ciudadanos frente a enfermedades crónicas.
Las micromisiones que serán desarrolladas a través de una serie de acciones y de la supervisión del ministro de la Defensa, el General en Jefe Vladimir Padrino López. De manera que, se amplía el control de los militares en el cumplimiento de un derecho humano, lo que puede incidir en futuras represiones.
Transparencia Venezuela hace un exhorto a reconocer la crisis alimentaria que atraviesa el país. El problema es complejo y para lograr abastecimiento sostenible, es necesario cambiar las bases del modelo económico venezolano que permita a todos los venezolanos con ingresos suficientes para adquirir alimentos. Medidas paliativas como la Gran Misión Abastecimiento Seguro creará mayor incentivo que origine nuevos focos de corrupción y la opacidad de la información.