Transparencia Venezuela

Cero en transparencia presupuestaria, 100 en discrecionalidad y abuso de lo público

Durante los últimos siete años la Encuesta de Presupuesto Abierto ha evidenciado que, en Venezuela, los procesos de presupuesto público son totalmente cerrados. No hay canales para que los ciudadanos puedan incidir en las decisiones sobre la recaudación de ingresos ni de cómo se asignan y ejecutan los recursos públicos. ¿Canales de contraloría social? Menos. ¿Funcionan los controles del Estado? Veamos. 

Transparencia Venezuela, 29 de mayo de 2024.- La Encuesta de Presupuesto Abierto 2023 (OBS, por sus siglas en inglés) llega en tiempos turbulentos para el mundo y para Venezuela, que por siete años consecutivos ha obtenido una calificación de cero puntos en las categorías: transparencia y participación pública; puntuación mínima en vigilancia del proceso presupuestario, lo que evidencia debilidades fundamentales para la salud institucional de la nación y de los ciudadanos, y ya desde 2016 Naciones Unidas alertó que el país atravesaba una Emergencia Humanitaria Compleja

La población de Venezuela viene padeciendo intermitencia y reducción de la cobertura de los servicios de electricidad, agua, educación, salud, a la vez que el presupuesto se reduce año tras año para estos sectores básicos. La opacidad en la decisión sobre el gasto y el control del ejecutivo sobre el Banco Central y el resto de los poderes públicos han impulsado la inflación, empobrecimiento y aumento de la desigualdad.  Mientras se contrae la económica formal, se expanden economías ilícitas e informales.

El país registra constantes hechos de corrupción con daños patrimoniales exorbitantes; la deuda pública duplica con creces el tamaño de la economía; existe un aumento de las obligaciones fiscales sobre un reducido sector empresarial que ahuyenta las inversiones y con ello las oportunidades de empleo. Cada vez más se limita el espacio cívico y, en general, hay retrocesos en la democracia. 

¿Qué dice la Encuesta? 

Las ediciones de la Encuesta de Presupuesto Abierto, desde 2017 hasta 2023, evidencian que en Venezuela los procesos de presupuesto público son cerrados, sin canales de participación inclusiva para decidir cómo se recaudan los ingresos, cómo se asignan y ejecutan los gastos, ni oportunidades de contraloría social. Y las instancias de supervisión de la gestión presupuestaria no cumplen sus funciones. Se hace imposible, conocer o proponer la justa distribución de las cargas fiscales. No hay mecanismos para conocer, entender y acatar las prioridades de la población y mucho menos contribuir con los Objetivos del Desarrollo Sostenible.  

Los países de América Latina y el Caribe muestran tendencias de progreso en transparencia y participación, pero no Venezuela. Aunque el promedio regional disminuyó de 52 a 51 puntos, está por encima de la media 45 puntos de los 125 países evaluados y la mayoría ha experimentado mejoras. Por ejemplo, Argentina y República Dominicana han innovado en la forma en la que presentan el impacto de las políticas presupuestarias en las mujeres, los niños y adolescentes, las personas con discapacidad y el medio ambiente y ocho países tienen puntuaciones catalogadas como suficientes.  

Ranking de países por puntaje de transparencia 2023:​ América Latina y el Caribe. Puntaje promedio de transparencia, OBS disminuyó 1 punto, de 52 en 2021 a 51 en 2023.

En contraste, Venezuela está estancada en el fondo, manteniendo y aumentando la opacidad, el secreto y la mentira. Desde 2021 no se publica en gaceta oficial los cambios en la ley de presupuesto, que con el apoyo cómplice de la Asamblea Nacional aprueba aumentos semanales sin saberse cuánto, para qué gasto y por qué razón. Sin embargo, desde la Presidencia se habla de un mayor porcentaje del presupuesto para sector social, sin evidencia alguna que permita comprobarlo.

Un análisis de correlación de los promedios de la Encuesta de Presupuesto Abierto y el Índice de Percepción de Corrupción (IPC) entre 2012 y 2023 de países de América Latina indica que hay una relación positiva o copresencia entre la transparencia presupuestaria y los bajos niveles de percepción de corrupción (puntuación elevada en el IPC) y, al contrario.  

Diagrama de relación entre resultados de la OBS y el Índice de Percepción de Corrupción en América Latina. Fuente: cálculos propios en base a los resultados de la Encuesta de Presupuesto Abierto y el Índice de Percepción de Corrupción (2012 – 2023) de 14 países de América Latina. 

El presupuesto público puede ser, en cambio, una poderosa herramienta si se usa con transparencia, rendición de cuentas, auditorias, supervisión de la Contraloría General y de los ciudadanos. Desde Transparencia Venezuela seguiremos insistiendo en la importancia del acceso a la información, la participación y la fortaleza de las instituciones de vigilancia durante el proceso presupuestario para enfrentar la crisis interna. 

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