Carmen Beatriz Fernández: “Una de las peores cosas que ha hecho el chavismo es meternos en un brete de escala internacional”
La experta en estrategia política analizó junto a Pedro Pablo Peñaloza el panorama venezolano a la luz del venidero proceso electoral, el impacto de un eventual cambio de gobierno en la Casa Blanca, la Ley Antibloqueo y el exilio de Leopoldo López
Transparencia Venezuela, 30 de octubre de 2020. Las elecciones parlamentarias convocadas por Nicolás Maduro para el 6 de diciembre han llevado a Venezuela a una dinámica de perder-perder en la que tanto el gobierno como la oposición llegan en peores condiciones de las que tenían hace un año atrás. Una eventual suspensión de este proceso, sería un primer paso para romper ese escenario y abrir las puertas a una negociación. Así lo expresó la experta en estrategia política Carmen Beatriz Fernández durante la entrevista que le hizo el periodista Pedro Pablo Peñaloza en la reciente edición del programa ¿Para dónde vamos?
“Venezuela irá para dónde seamos capaces de conducirla. Tenemos que encontrar la manera de insertarnos en una dinámica donde ganemos lo mínimo cada día, pero le torzamos el sentido a esta pendiente que nos lleva al abismo. Si no somos capaces de torcer esa pendiente iremos a sitios aún peores”, afirmó Fernández, quien es urbanista egresada de la Universidad Simón Bolívar (USB) y directora de la consultora Data Estrategia y del portal Elecciones.Net.
Sobre la decisión del oficialismo de continuar con la convocatoria a las objeciones de la comunidad internacional, Fernández señaló que para Maduro y su entorno el reconocimiento internacional es un imperativo, pues justo lo que se busca con el proceso es dar un leve barniz de legitimidad a su presidencia. “El desconocimiento masivo del norte global es un gran hándicap para él y para su entorno. Si se tiene una mirada miope se puede decir que esta jugada la gana Maduro porque sigue en el poder, pero en realidad no es así, porque está peor de lo que estaba hace un año. Es no quiere decir que la oposición haya ganado lo que él perdió, porque la oposición también está en una oposición bastante peor que hace un año, pero lo más doloroso es que el país está cada día peor”, expresó la experta.
En este contexto, sostiene que la pieza clave del rompecabezas al que se enfrenta la sociedad sería romper esa dinámica de perder-perder. Sin embargo, el gobierno insiste en llevar a cabo los comicios este año. “Maduro tiene un patrón de conducta en el que cuando está en una situación comprometida acostumbra a arremeter y huir con fuerza hacia adelante, y en cada salto ha ido metiendo a la sociedad en una situación más compleja, el último ejemplo es el de la Ley Antibloqueo. Esa Ley no resuelve los problemas que tiene la ‘boliburguesía’ con las sanciones. Sin embargo, complica mucho más las posibilidades de empezar a entablar acuerdos o negociaciones.
Juego trancado
Para Fernández, el que las dos fuerzas presentes en el país hayan tratado de “aplastarse” mutuamente sin éxito, es indicativo de que el juego está trancado y el camino que queda es el de llegar a algún tipo de acuerdo, arreglo o negociación que permita llegar a esa “taima” tan necesaria para la sociedad. “Las elecciones son para llegar a acuerdos sobre la base de amplios consensos. Esas líneas marco de los acuerdo están dadas por el respeto a unas reglas o a un sistema electoral”.
En tal sentido, considera que cuando Maduro convocó de forma unilateral a esas elecciones prefijó unas reglas del juego con elementos de anticonstitucionalidad. “Esa unilateralidad es contrario al espíritu de cualquier elección. Las parlamentarias no le sirven entonces para darse ese barniz de legitimidad y tampoco le sirven a sus aliados cuyo activo más importante para una negociación es el de las sanciones personales. Hay mucha gente de su entorno que está sufriendo el rigor de esas sanciones que no se liberará hasta que entren por un camino que permita recuperar la democracia”.
Con respecto a la consulta popular impulsada por el gobierno interino, Fernández enfatizó que al igual que las elecciones del 6-D, solo sirven para medir las fuerzas de un sector de la población. “Todo proceso democrático que aspire a fijar un marco de acuerdos electorales tiene que hacerse integrando a las distintas fuerzas políticas. Así como es completamente inválido fijar unas reglas electorales de forma unilateral, convocado a tres o cuatro sujetos que se prestan a decir que son oposición, es decir, que se prestan al montaje de unas elecciones falsas; en ese mismo sentido tampoco sirve un proceso de consulta. Hay que entender que el torcer ese perder-perder implica sentarse a definir acuerdos mínimos sobre los cuales se aspire a jugar en unas mismas reglas de juego”.
En el ojo del huracán
Según la experta, en Venezuela toda parece estar “paralizado” a la espera de los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos el 4 de noviembre. “Las políticas demócratas hacia América Latina han sido distintas a las republicanas. No obstante, las diferencias han sido tan tenues hacia Venezuela que se evidenció claramente cuando el presidente Juan Guaidó fue a Estados Unidos y fue aplaudido por republicanos y demócratas. Todo lo que ha avanzado el Departamento de Estado en relación con las sanciones no es fácilmente desmontable. Donde sí podría haber una diferencia es en el rol que adquiera Cuba. Las posibles triangulaciones de la política de Estado respecto a Cuba con Joe Biden en el poder pueden cambiar y eso a su vez incidir en cambios en Venezuela. El país está metido en un conflicto geoestratégico donde están las más importantes potencias del mundo (Estados Unidos, China, Rusia, Turquía, Irán) y, sin embargo, una de las llaves a una posible solución al problema venezolano la tiene una ‘islita’. Allí podría haber cosas que las han explorado poco la oposición y tampoco los 60 aliados internacionales de Guaidó y de las fuerzas democráticas venezolanas”.
Lo que nos espera
Al ser consultada sobre el panorama que le espera al país para 2021, Fernández dijo que aunque luce improbable, no descarta del todo que se puedan posponer las elecciones del 6-D como primer paso para torcer esa dinámica perder-perder a la que ha hecho referencia. “Todavía hay tiempo para que el TSJ (Tribunal Supremo de Justicia) las suspenda apegándose a algún amparo, si de argumentos jurídicos se trata; pero también hay elementos fácticos como el COVID-19 y la crisis energética tremenda que impide las movilizaciones, incluso del mismo Psuv, en esa dinámica electoral. Si no se suspenden y vamos a las elecciones fake. hay una convocatoria a un nuevo conflicto el 5 de enero, la continuidad administrativa de algunos de los actores democráticos o la posibilidad de un gobierno en el exilio”.
Fernández expresó que todo lo que pasa dentro del país tiene enorme relevancia en lo que pasa afuera. “Venezuela es epicentro de una coyuntura internacional y lo más dramático para los venezolanos es que su postura termina siendo irrelevante para esos juegos geopolíticos de grandes actores. Es un elemento muy trágico, muy dramático y, a mi juicio, una de las peores cosas que ha hecho el chavismo, es meternos en este brete de escala internacional cuando tendríamos que ser los venezolanos los que resolvamos esta situación”.
En este contexto, la experta también se pronunció sobre el rol del líder opositor Leopoldo López luego de su exilio en España, país donde reside la entrevistada desde hace varios años como investigadora y docente de la Universidad de Navarra. “Lo que se puede hacer desde afuera es mucho, y Leopoldo López, que en Venezuela estaba atado de manos, creo que desde afuera podrá hacer más de lo que hacía desde adentro. Lo vi mucho más ponderado en su rueda de prensa y es muy interesante también que, apenas aterrizado en Madrid, haya sido recibido por Pedro Sánchez en su carácter de secretario general del Psoe. Con esto el Psoe le envió un mensaje a España de que ‘nosotros no somos como Podemos’. Esa es una de las sutilezas que no se interpretan con la misma claridad cuando estás en Venezuela que cuando estés aquí. Que la primera aparición de López junto al presidente español indica, tal como ocurre con Estados Unidos, el carácter de la causa venezolana, es decir, que la causa venezolana es la causa por la democracia, por los valores occidentales, los valores de la democracia liberal”.