Presentación

El tránsito a la conversación digital

El auge ficticio de la versión oficial

Una bomba de tiempo en twitter

De la narrativa revolucionaria a la desinformación

Epílogo

La imposición de etiquetas no sólo desvió la atención hacia temas de popularidad artificial por encima de denuncias sociales. También llevó a ciudadanos tuiteros, motivados por una compensación económica, a amplificar informaciones falsas promovidas por el Estado sobre la situación de pandemia por COVID-19.

La fábrica de mensajes, bajo monitoreo del sistema Patria y el liderazgo del MIPPCI, posicionó en julio de 2020 la etiqueta #VenezuelaGarantíaEducativa, en el marco de la nueva modalidad de educación a distancia. La versión oficial buscó dar por hecho ante las audiencias digitales el acceso a la educación en tiempos de cuarentena, mientras se registraban protestas de maestros por bajos salarios y condiciones precarias para trabajar. La red de escuelas Fe y Alegría reportó la renuncia de 35% de su personal durante el año escolar 2020-2021.

El Estado igualmente promovió, en enero de 2021, la etiqueta #CarvativirParaVivir, en referencia al medicamento que el Gobierno nacional calificó como una cura efectiva para el COVID-19, a pesar de la falta de comprobación científica al respecto. Incluso la Academia Nacional de Medicina se pronunció sobre la ausencia de estudios y verificación conocida. La etiqueta sobre el Carvativir logró impulso digital con 510.000 tweets y 93,69% de inorganicidad.

Con Nicolás Maduro como vocero principal, pero con todo el refuerzo del Estado en en conjunto el gobierno arrancó el coronavirus promoviendo las soluciones de pseudo ciencia de Sirio Quintero en marzo de 202028  y en  enero de 2021 las llamadas por Maduro “gotas milagrosas de José Gregorio Hernández”, comercializadas como Carvativir, pero que siguen sin tener ningún tipo de sustento científico29. Entretanto, meses después de haber iniciado la inmunización en el país no se ha publicado un plan de vacunación transparente y verificable.

También voceros de todos los niveles calificaron a los venezolanos retornados por la frontera con Colombia como bioterroristas30, promoviendo además que su retorno fuera delatado por sus vecinos. Esto ocurría en julio de 2020 cuando ante la incertidumbre por la pandemia numerosos venezolanos decidieron regresar al país y el gobierno de Nicolás Maduro buscó generar una estrategia de desinformación para fortalecer la idea de un enemigo externo ante el incremento de casos en Venezuela.

El día de las elecciones parlamentarias de diciembre de 2020 y probablemente debido a la baja participación electoral, fue cambiado el centro de votación de Nicolás Maduro31 con la excusa de un supuesto posible atentado contra el mandatario venezolano promovido por el gobierno colombiano. Sin prueba alguna, la información fue promovida con insistencia por los medios gubernamentales y los de origen ruso32, tradicional aliado del venezolano en estrategias de desinformación.

A nivel general, cuando de Twitter se trata, el observatorio ProBox determinó un comportamiento automatizado en 80,54% de los tweets de 2020 vinculados a COVID-19 provenientes del MIPPCI.

Según Eric Selbin, en su libro El Poder del Relato, todo relato revolucionario como el que ha pretendido el chavismo desde sus orígenes se sostiene sobre tres elementos: mito, memoria y mimesis. El mito y la memoria es la génesis fundacional, que en el chavismo tiene varios elementos: el juramento en el Samán de Güere de 1982 o el “Caracazo” del 27 de febrero de 1989 (aunque para entonces ya tuvieran varios años conspirando). Son elementos que los emparentan con los relatos de historia venezolana y con la reivindicación de lo popular. La mimesis está en la idea de imitar la gesta independentista primero y posteriormente, ya en el poder, a la revolución cubana. 

Como contamos al principio, desde muy temprano el chavismo fue consciente de la importancia de contar su historia a su manera como una forma de explicar la realidad y, en consecuencia, la justificación de sus acciones. Pero si bien en un principio fue un relato alternativo de los hechos, en el poder se fue convirtiendo en el único relato posible de los hechos. Se pasa del “también sucedió esto” al  “esto fue lo que ocurrió”. Se pasa de un relato que busca ser transformador e impulsor de un cambio al relato oficial hegemónico.

Twitter es solo uno de los campos impulsores de ese relato oficial hegemónico, de esa “batalla comunicacional” en el lenguaje bélico proclive al conflicto que usa el chavismo para describir la realidad. Hay abundante evidencia del funcionamiento de estas estrategias en redes de mensajería como Whatsapp u otras plataformas como Facebook.

Los mensajes gubernamentales y la reacción posterior de sectores opositores son parte de un encuadre de la realidad venezolana que refuerza la idea del conflicto como necesario para una supuesta transformación del país. Le da una épica de un supuesto David, enfrentado a un Goliat, de buenos contra malos en una versión de la realidad construida en blanco y negro y que es reforzada por la actuación de ciertos sectores de la oposición que termina fortaleciendo el marco de interpretación del chavismo.

La política de la moral, el uso de metáforas y enmarcado (para usar los criterios de George Lakoff), el privilegio de la emoción sobre la razón en la política no es exclusiva del chavismo en Venezuela. Sectores de la oposición también hacen uso de ella, pero es el chavismo quien inició construyendo por necesidad un nuevo relato, un nuevo lenguaje, definió palabras para expresar sus conceptos y el resto del país que fue cambiando de minoritario a mayoritario se fue adaptando y lo fue usando. Aún lo hace.

Durante todo el año 2020 el gobierno de Nicolás Maduro empleó su maquinaria de desinformación y promoción de tendencias, encuadres y metáforas desde la que construye su realidad que busca imponer a los venezolanos. Pero en 2021 fue la caída del Halcón Negro para el chavismo con la suspensión masiva de cuentas y la imposibilidad de sincronizar nuevos usuarios de Twitter en Patria.org.ve, como herramienta de monitoreo y por lo tanto para identificar a quiénes se debe pagar. Sin pago, la revolución no será tuiteada.

 

28   EsPaja.com. ¿Gobierno de Maduro difunde tesis falsa de que el coronavirus contiene VIH?
https://espaja.com/verifications/maduro-comparti-la-improbable-tesis-de-que-coronavirus-y-vih-se-relacionan

29   EsPaja.com. ¿Hay respaldo científico para las gotas «milagrosas» anunciadas por Maduro contra COVID-19?
https://espaja.com/explain/hay-respaldo-cientifico-para-las-gotas-milagrosas-anunciadas-por-maduro-contra-COVID-19

30   Cotejo.info. Gobierno de Maduro acusa de “bioterroristas” a migrantes venezolanos retornados.
https://cotejo.info/2020/07/maduro-migrantes-venezolanos-retornados-bioterroristas/

31   EsPaja.com. ¿Nicolás Maduro votó en un centro en el que no estaba registrado al inicio del 6D?
https://espaja.com/verifications/nicolas-maduro-voto-en-un-centro-en-el-que-no-esta-registrado

32   Rodolfo Rico: Venezuela Spreads Post-Election Disinformation aided by Russia. Medianálisis.
https://disinformation.medianalisis.org/venezuela-spreads-post-election-disinformation-aided-by-russia/

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