Acnur: Más de 2,6 millones de venezolanos están desplazados
Durante años, Venezuela ha recibido a miles de refugiados latinoamericanos y de otras partes del mundo. Hoy el número de personas venezolanas que se han visto obligadas a dejar sus hogares sigue aumentando, y un número importante de ellos necesita protección internacional.
La cantidad de venezolanos en búsqueda del reconocimiento de la condición de refugiado alrededor del mundo ha aumentado 2,000% desde el 2014, especialmente en el continente americano. Muchos venezolanos, quienes cumplen con los criterios para ser reconocidos como refugiados, no están solicitando dicha condición, ya que otras alternativas de estancia legal tienen procesos más rápidos.
Cientos de miles de venezolanos permanecen sin documentación o permiso de estancia legal en los países que se encuentran. Esta situación los hace particularmente vulnerables a la explotación, a la trata de personas, la violencia, el abuso sexual, la discriminación y la xenofobia.
Países y comunidades de acogida en Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú y el sur del Caribe han sido generosos. Sin embargo, sus capacidades de recepción se están saturando.Cuántas más y más familias llegan, éstas lo hacen cada vez con menos recursos, y con necesidades urgentes de protección, hospedaje, alimentación y medicinas. Entre estas personas, se encuentran niñas y niños, muchos de ellos tuvieron que huir solos, sin ningún adulto que los cuide.
¿Qué está haciendo el ACNUR para ayudarlos?
En respuesta a las crecientes necesidades, el ACNUR ha expandido su respuesta y está trabajando con los gobiernos y socios en los países de acogida, brindando apoyo para que los venezolanos puedan cubrir sus necesidades básicas, ofreciendo asistencia legal, opciones de albergue, asistencia monetaria, y facilitando el acceso a salud y educación.
El ACNUR está trabajando en toda la región para asegurar acceso al territorio sin restricciones, así como el acceso de las personas al proceso de determinación de la condición de refugiado. En Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, el ACNUR ha fortalecido su presencia en las zonas fronterizas para monitorear la situación e identificar personas quienes requieran especial protección y servicios, como niños y niñas no acompañados y mujeres embarazadas.
En Brasil, el ACNUR complementa los esfuerzos del gobierno brindando albergue a los venezolanos que llegan a los estados fronterizos de Roraima y Amazonas. El ACNUR brinda asistencia técnica, capacitación a voluntarios, apoyo con recursos humanos, facilita acceso a agua potable y artículos de higiene personal. . Asimismo, el ACNUR se encuentra trabajando en la identificación de personas interesadas en reubicarse en otras regiones de Brasil. El proceso de reubicación está dando a los venezolanos la oportunidad de comenzar una nueva vida en mejores condiciones y a su vez, aliviando la presión sobre los servicios y las comunidades fronterizas locales.
En Perú, el ACNUR promoverá un proyecto piloto denominado “Corredor Andino Seguro” con el cual se buscará reducir los riesgos de protección, al aumentar el trabajo de monitoreo de protección, mejorar las condiciones de recepción en puntos fronterizos clave a lo largo de la ruta que va de Tumbes hacia el sur de Perú. También se promoverá la respuesta a las personas de interés más vulnerables, quienes requiera asistencia humanitaria y psicológica inmediata.
El ACNUR necesita un monto inicial de 46 millones de dólares estadounidenses en el 2018 para poder continuar respondiendo a las necesidades más urgentes de las personas desplazadas de Venezuela en 8 países de acogida más afectados por esta situación. Al 24 de abril, llevábamos recaudado sólo el 6% de lo requerido.