Gobierno no acató advertencias para evitar tragedia de Amuay
La Tragedia de Amuay en el Complejo de Refinación de Paraguaná en el estado Falcón en el año 2012, fue advertida al Gobierno nacional por diferentes sectores vinculados con la industria petrolera. La falta de inversión en las labores de mantenimiento de las plantas, las condiciones poco seguras en las que labora el personal y la poca inversión en los planes de prevención fueron un caldo de cultivo para la explosión de un tanque de refinación que dejó un saldo de 42 personas fallecidas y 120 heridas, además de incontables daños materiales.
Una investigación de Transparencia Venezuela reveló que en el informe de Gestión Social y Ambiental de Pdvsa, publicado en el 2011, un año antes de la tragedia, no se proporcionó información sobre los estudios de calidad de aire realizados en la refinería de Amuay y El Cardón; tales estudios permiten determinar a tiempo los impactos que sobre las comunidades aledañas pueden generar las actividades de explotación petrolera; hasta ahora no hay información pública sobre las condiciones en las que habitaban los pobladores de las zonas residenciales cercanas a Amuay antes del trágico incidente.
Las advertencias sobre posibles situaciones de riesgo datan del año 2009, cuando el secretario ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores de la Industria Petrolera, Ivan Freites, denunció que las labores de mantenimiento preventivo y rutinario no se estaban realizando, razón por la cual la infraestructura y los equipos estaban cada vez más deteriorados.
Un informe realizado en el 2010, también por la FUTPV, nuevamente advirtió al Gobierno sobre el grave peligro que corrían los trabajadores de la industria petrolera en el Complejo de Refinación de Paraguaná y también en otros centros de refinación del país como el Complejo José Antonio Anzoátegui en el oriente y la refinería El palito; las señales de alerta también se hicieron en junio de 2012, meses antes de la explosión.
“Hemos presentado informes sobre la situación petrolera, al ministerio del Trabajo, a la Futpv, a PDVSA (…) la falta de inversión en mantenimiento de gasoductos, refinerías, lanchas, taladros, esferas, entre otros, es una constante”, indicó Carlos Boada ex trabajador de la industria petrolera y miembro de la FUTPV.
Boada también denunció que las labores de la industria, bajo condiciones poco seguras, generaron la intoxicación de 20 trabajadores petroleros. Reveló que Las instalaciones procesan crudo de la Faja Petrolífera del Orinoco no pudiendo controlar la salida de H2S, que debería tener niveles normales de 10 partículas por millón y lanza a la atmósfera 16 mil por millón formando una nube de contaminación.
Zozobra y falta de información
La forma en que el Gobierno nacional manejó la Tragedia de Amuay, también generó zozobra, miedo e incertidumbre entre la población. El acceso a la información pública estuvo obstaculizado y las denuncias sobre un fuerte olor a gas, días antes de la tragedia, hechas por los habitantes de las zona, fueron el detonante de un enfrentamiento entre el para entonces presidente de la República, Hugo Chávez Frías y la corresponsal de RCN, quien fue la encargada de hacer el reporte.
“Sería irresponsable decir en este momento que la tragedia fue provocada por falta de mantenimiento rutinario”, señaló el mandatario, pese a los antecedentes existentes sobre las denuncias y advertencias realizadas.
El presidente de la estatal petrolera, Rafael Ramírez, también cayó en contradicciones al asegurar que se habían controlado las explosiones y poco después de sus declaraciones un nuevo tanque fue consumido por las llamas.
Luego de la tragedia de Amuay la industria petrolera aún no aclara qué pasó con el estudio de calidad del aire en las zonas aledañas al Complejo de Refinación Paraguaná que no fueron publicados en el balance de Gestión Social y Ambiental de Pdvsa del año 2011, asimismo la estatal debe aclarar por qué redujo en 49 por ciento los recursos destinados a los programas de saneamiento industrial y por qué hizo caso omiso a las advertencias sobre un posible incidente trágico en la zona.