Gobierno estaba obligado a informar cuadro clínico del presidente Chávez
La forma en que el Gobierno venezolano manejó el cuadro clínico sobre la enfermedad del ex presidente de la República, Hugo Chávez Frías, dio paso a un clima de incertidumbre y zozobra en la ciudadanía.
Pese a la necesidad de los pobladores de conocer a ciencia cierta el estado de salud del primer mandatario, los voceros del poder Ejecutivo manejaron los datos referentes a la enfermedad de Chávez de manera secreta y dieron pocos boletines sobre la situación del mandatario y los avances del cáncer que lo obligó a separarse de su cargo para acudir a Cuba en busca de un tratamiento efectivo.
La posición asumida por el gobierno venezolano activa el debate sobre el tratamiento que debe aplicar en este tipo de situaciones desde el punto de vista de acceso a la información.
El artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos, garantiza el derecho de los ciudadanos a conocer sobre las enfermedades de sus presidentes cuándo estas son graves y ponen en peligro la continuidad del mandato y la estabilidad institucional.
En el caso de la enfermedad de Chávez, fueron pocos los boletines que se emitieron, y en todos ellos la información aportada fue escasa, pues no se develaba cuál era la situación real del mandatario y si podría o no mantenerse en el ejercicio de sus funciones.
Un estudio publicado por la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información que contó con la colaboración de Transparencia Venezuela, debate hasta qué punto la información sobre la salud de un jefe de Estado es de carácter privado y en qué condiciones es necesario que la ciudadanía conozca en detalle el parte médico.
El documento explica que la información sobre el cuadro médico de un presidente deja de ser privada cuando la enfermedad es grave y puede impedir al funcionario el desempeño de sus funciones. Además el documento indica que las comunicaciones oportunas impiden el surgimiento de matrices de opinión que den paso a un clima de zozobra e incertidumbre.
En el caso del mandatario venezolano, la poca información oficial que circulaba sobre su condición de salud, dejó espacios para rumores de todo tipo que diariamente alimentaban el clima de incertidumbre en la sociedad venezolana.
El Gobierno venezolano irrespeto el derecho de los pobladores de conocer exactamente en qué situación se encontraba el jefe de Estado, Hugo Chávez, quien en reiteradas oportunidades debió suspender su agenda de actividades oficiales para partir a Cuba a tratarse el cáncer que se le había detectado en el año 2011. Desde el poder ejecutivo se dio a conocer sólo lo que el Gobierno consideró conveniente dejando a los venezolanos a merced de los rumores.
El ocultamiento o manipulación de información habilitó el camino a las especulaciones, que pudieron ser evitadas por los actores del Gobierno al proporcionar información oportuna, completa y confiable con en el fin de mantener la gobernabilidad e institucionalidad en el país.