Caracas, 15.12.2015. En el transcurso de este último año, la crisis en materia de salud se ha agudizado al máximo, los indicadores han sufrido un estancamiento, registrándose incluso un repunte de enfermedades ya erradicadas como la malaria. Para el año 2014 se registró record de infectados con 85.868 caso, mientras que el panorama para el 2015 se muestra nada alentador.
El médico internista José Félix Oletta, coordinador de la Comisión de Epidemiología y Representante de la Sociedad Venezolana de Medicina Interna, estima que el 2015 puede cerrar con un aproximado de 130 mil casos. El ex ministro de sanidad y asistencia social, detalló que durante el 2015 la fuente principal de infecciones se concentró en el estado Bolívar con 47.511 casos distribuidos en los sectores de San Isidro (37.782), Dalla Costa (9.131) y Tumeremo (547). A nivel nacional sean registrado contagios de malaria en 16 estados del país.
Hasta el 26 de septiembre del corriente, la epidemia de malaria en Venezuela iba en ascenso, alcanzando 97.203 casos, un crecimiento de 55 por ciento en comparación con el 2014.
Opacidad en cifras
La ausencia de información es otro aspecto que incide y levanta las alarmas sobre la situación del sector salud en el país, donde las deficiencias incrementan con el deterioro de la infraestructura de los centros de salud, la escasez de medicinas e insumos, y el repunte de enfermedades.
El Boletín Epidemiológico Semanal, publicado desde el año 1938 por el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, dejó de publicarse desde el 2 de noviembre de 2014, dejando a la población desinformada sobre cifras de casos y muertes de enfermedades transmisibles de forma directa o por medio de un vector de una persona enferma a una sana.
Preocupados por la crisis del Sistema Público Nacional de Salud (SPNS) y cómo repercute en el detrimento de la calidad de vida del venezolano, en Transparencia Venezuela preocupa el silencio por parte de las autoridades correspondientes, así como la proliferación de enfermedades a lo largo y ancho del país. El Estado como principal garante del derecho a la salud de los ciudadanos no ha empleado los mecanismos necesarios y eficaces para el descenso de las epidemias, por el contrario, ha estado al tanto del grave escenario y las autoridades competentes han rehusado a reconocer las investigaciones de expertos en el tema así como sus recomendaciones y sugerencias.