El 16 de octubre se celebra el Día mundial de la alimentación, entendiendo que el derecho a la alimentación es reconocido desde 1945 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el que más de 150 países ratifican la fecha, entre ellos Venezuela.
Cada conmemoración lleva consigo una temática particular, este año es “El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también” y se hace énfasis en la afectación a la salud y al medio ambiente que genera el cambio climático y, la dificultad para el cultivo de alimentos que se requieren para alimentar a la población de forma sostenible.
Dicha materia es una de las aristas al problema central de alimentos en Venezuela, como el desabastecimiento y escasa producción. En torno a ese tema, numerosas son las causas del escenario actual. La Misión Alimentación perdió su focalización de los grupos más vulnerables de la población y su línea de acción se masificó, más de 160 mil toneladas de alimentos de la red estatal fueron halladas descompuestas generando casos de corrupción, desde el año 2007 el Gobierno Nacional eliminó las estadísticas alimentarias y agrícolas, la implementación de las bolsas de alimentos a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y el desarrollo de la agricultura urbana, entre otros.
A pesar de las acciones implementadas por el Gobierno Nacional, las medidas resultan paliativas ante la vulneración del derecho a la alimentación que atraviesan los ciudadanos en Venezuela. En el Día Mundial de la Alimentación, el eje central no se corresponde con los parámetros mundiales. La regresividad del derecho fundamental debe centrarse en el fortalecimiento de un sistema agroalimentario y atención al sector productivo que propicie la producción y comercialización de alimentos.
De acuerdo a investigaciones realizadas por el Observatorio Misiones que realiza Transparencia Venezuela se ha constatado que: los ancianos están perdiendo dos kilogramos mensualmente por la escasa alimentación, según un monitoreo realizado a 40 albergues de ancianos en Miranda.
En ese sentido, en el albergue Madre Teresa de Calcuta de Mamera, de 120 ancianos recluidos, 30 han fallecido en lo que va de año a causa de desnutrición.
A pesar de que el presidente Nicolás Maduro aseguró el 23 de abril que existían 5 mil CLAP ideados para dirigir los sistemas de distribución y comercialización, punto y círculo en la comunidad ha sido escasa la distribución de alimentos a través de este mecanismo, apenas un 5% de la población se ha beneficiado del mismo.