“La inversión es toda nuestra e igual tenemos que pagar una causa para trabajar”

En la corta cabellera de José González aún no se asoma ninguna cana, pero desde hace varios años todos los apodan El Viejo o El Pure. Es oriundo de tierras barloventeñas, al norte de Venezuela, pero vive junto a su esposa y tres hijos al sur del país, en el estado Bolívar. 10 de los 50 años que tiene los ha dedicado a atender una bodega en Vuelvan Caracas, un yacimiento aurífero ubicado cerca del Esequibo en la frontera venezolana.

Desde su negocio, González ha sido testigo del hundimiento de la economía venezolana durante la última década, también ha presenciado el nacimiento y la evolución de grupos armados que luchan por conseguir el control de las minas y pedazos de tierra donde sospechan se encuentran los mejores yacimientos de oro de la región, del país y posiblemente del mundo.

Recuerda que cuando llegó a Tumeremo consiguió un pueblo bonito y tranquilo, con una economía dinámica en la que los bolívares corrían como el agua por el río Orinoco, pero afirma que ahora vive en un lugar temeroso por los altos niveles de crueldad que se registran y donde los únicos medios de pago aceptados son el oro, los dólares, los euros y la gasolina.

En medio del declive que ha sufrido el pueblo, así como el país, cuenta las estrategias que ha empleado para subsistir.

¿Cómo puede alguien entrar a una mina a vender mercancía? ¿Cualquiera puede hacerlo?

De poder hacerlo, puede hacerlo… pero eso no es soplar y hacer botellas. Hay que pasar por todo un proceso con el sindicato que maneje la zona. Yo no lo viví porque cuando ellos (los grupos delictivos) llegaron ya yo estaba instalado en la mina y solo negociamos la causa que tenía que pagarles mensualmente.

Pero si he visto a otras personas que tardan meses solo para que les cuadren una reunión para recibir los lineamientos del grupo: cuáles productos puede vender y cuáles no, los beneficios y colaboraciones para el sindicato, la cuota o causa mensual que debe pagar y los días que debe hacerlo, las multas por mora y castigos por infringir normas. Esto es para cuando quieres montar un negocio dentro de la mina…

¿Y cuando quieres solo entrar a vender y luego irte?

Es más sencillo. Te llegas a la entrada de la mina, hablas con los gariteros y ellos te llevan a conversar con el equipo de seguridad. Te revisan, te piden alguna cosa de las que vendes para ayudar con el sindicato, te registran en un libro de novedades y te dejan entrar. Te advierten que debes pagar un 20% de las ventas a la salida y listo.

¿Ese 20% también se lo cobran a ustedes?

Ojalá. A nosotros nos cobran 30% porque estamos acá adentro y nos brindan protección todo el día y toda la noche. Lo más arrecho es que la inversión es toda nuestra e igual tenemos que pagar una causa para trabajar, de lo contrario, no podemos estar acá. Por lo general, cuando te las llevas bien con los principales del sindicato, pueden ser un poco más flexibles… pero lo mejor es no abusar de esa confianza porque luego le sale caro a uno.</span></p>

¿Y cómo haces para que te sea rentable?

Como hacen otros comerciantes, poniendo un precio final del producto que incluya el traslado, gastos varios como sobornos a militares y el porcentaje que va al sindicato, el valor de reposición y la ganancia…

Es decir, ¿el producto termina costando 2 o 3 veces más del precio en que lo compraste?

Y hasta cuatro veces! Para llegar a una mina como esta debes pasar hasta tres días en carro, es tan lejos que a los mineros no les importa el precio de los productos. Simplemente necesitan estar alimentados, fuertes y activos para seguir buscando oro. Además, ellos no se preocupan en ahorrar mucho porque saben que gastan, pero van a buscar más y encuentran.

Acabas de mencionar el tema de los sobornos a los militares. ¿Son ellos quienes les venden los productos?

No, ellos solo están en sus puestos como caimanes en boca e’ caño esperando a que pase un carro o un camión cargado de mercancía para pararlos, pedir facturas y poner mil y un obstáculos para obligar a las personas a negociar con ellos. Nosotros les compramos a los chinos y a los árabes y estos a su vez compran por gandolas a comerciantes en Brasil o a los distribuidores venezolanos, quienes descubrieron que es más rentable desviar los productos para el sur de Bolívar que llevarlos a sus destinos de origen en el oriente del país.

Hablemos de tu bodega. ¿Qué tienes y cuáles son los precios?

Ok. Yo compro al mayor para vender al detal. Tengo pañales de varias marcas y tallas. El paquete de 24 cuesta 4 puntos (0.4 gramos de oro). También vendo Café nacional, leche, mantequilla, salsa de tomate, mayonesa, jabón para lavar… pura vaina buena. Cada producto tiene un valor de 0.3 gramos de oro.

La harina de maíz y la harina de trigo cuestan 2 puntos, al igual que el azúcar, el arroz y la pasta. La lata (tamaño estándar) de jamón endiablado también cuesta 2 puntos. Las toallas sanitarias, el papel higiénico y el jabón de baño, en 1 punto.

No me meto con jamón, queso y embutidos porque se necesita una nevera adicional para eso y nunca me ha llamado la atención venderlo porque es muy delicado. Tampoco me meto con la ropa, porque ya hay 2 bodegas que la venden y no es tan rápido como los artículos de primera necesidad. De vez en cuando entra un panadero a vender sus productos y le compro para venderlos acá. Esos pancitos los vendo en 1 punto el par.

¿Vendes cigarros, alcohol y medicinas?

Justo eso es lo que nos prohíbe vender el sindicato -en este caso la Organización RUN o Fundación 3R- porque ellos son los que lo comercian. Ellos tienen sus bodegas especiales y sus locales para vender todo lo que no podemos nosotros: Tabaco, alcohol y drogas medicinales y recreativas.

¿Conoces los precios de esos productos que no pueden vender?

Solo de algunos porque los he necesitado: tratamiento para la malaria, sea cual sea el tipo, 3 gramos (de oro); la caja de cigarros cuesta 3 puntos, la caja de Ibuprofeno en 3 puntos. Una gavera de cerveza 6 puntos, al igual que una botella de ron. Lo referente a las drogas, te lo debo porque eso no lo consumo y no me importa saber el precio.

¿Cómo haces para traer toda la mercancía que compras al mayor?

Todo depende de los precios que manejen los transportistas terrestres y los aéreos por el tema del combustible y de cómo se esté moviendo el oro en esas fechas. Si la cosa está buena, yo pago un camión para salir de la mina, comprar los productos y regresar. Si no está muy buena, nos juntamos varios comerciantes para hacerlo. Cuando el transporte es vía aérea, entre varios pagamos una avioneta privada para hacer todas las compras en un día y regresar el mismo día.