Desde que Nicolás Maduro llegó a la Presidencia de la República han continuado los ensayos de planes de seguridad para contrarrestar uno de los temas que más preocupa y afecta a los venezolanos: la inseguridad.

La variante ha sido que desde la implantación de la Gran Misión A Toda Vida Venezuela se ha afianzado la militarización de la seguridad ciudadano como una herramienta de control, ideologización y control político de los venezolanos, a través de la Guardia Nacional Bolivariana y la Guardia del Pueblo, estamentos de la Fuerza Armada Nacional.

Esto se ve desde la designación de una militar activa al frente de la Misión, hasta en los nombramientos en el ministerio de Interior, Justicia y Paz y sus diferentes viceministerios, en especial en el de Sistema Integral de Policía, en donde en los últimos años los militares son los que han llevado esta subcartera.

La Ley de Revolución Policial que se impulsó para reformar los cuerpos policiales en el país se convirtió también en una estrategia política, pues al frente de ella se designó a un diputado del partido de gobierno y exalcalde de Caracas, que en los primeros meses al frente de la Comisión para la Transformación Policial ordenó la intervención de policías municipales, con énfasis en Miranda en donde gobierna la oposición. Hasta enero de 2015 se habían intervenido 12 cuerpos policiales, tres de ellos mirandinos.

También fue intervenida la Policía de Caracas por petición del alcalde oficialista de la ciudad. En esta policía un tercio de sus funcionarios está dedicado a la protección de personalidades.

Según el Observatorio Venezolano de Violencia, la carrera policial confronta la deserción de funcionarios que ante las precarias condiciones de trabajo, y ser blancos de la delincuencia por el robo de sus armas de reglamento, han optado por dedicarse al trabajo en empresas privadas de vigilancia.

El Gobierno creó la Misión Guardianes de la Patria, para que los policías cuenten con seguridad social, tengan acceso a créditos en la banca del Estado y vivienda, entre otros beneficios.

La orientación de la Gran Misión A Toda Vida Venezuela es cada vez más política al reflejar discursos que buscancontrarrestar “planes desestabilizadores” y “fomentar la paz”. Por ejemplo el vicepresidente Jorge Arreaza, en una entrega de unidades radiopatrulleras afirmó que era necesario acabar con la violencia política, en vez de hablar de inseguridad. Dentro de esta dinámica se inserta la Resolución 008610 del Ministerio de la Defensa “Normas sobre la actuación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en función de control del orden público, la paz social y la convivencia ciudadana en reuniones públicas y manifestaciones” en las que se autoriza el uso de armas de fuego en protestas y habla de la paz social y convivencia ciudadana.

En el caso de la Guardia del Pueblo es más un brazo de la unión cívico-militar para articular a las comunidades organizadas e incorporar a quienes no estén dentro de las Bases de Misiones Socialistas.