CAPÍTULO 3

MEGABANDAS DE “EL KOKI” Y “RICHARDI”

NACE EN 2014

Historia

Las megabandas de “el Koki” y de “Richardi” operan en el centro de Venezuela y han establecido una unión que les permitió diversificar sus negocios criminales en Caracas y el estado Carabobo. Los dos grupos suman unos 450 integrantes.

La megabanda de “el Koki” se creó en 2014 y desafió a toda la fuerza pública en Caracas durante siete años. La organización se dio a conocer con el apodo de uno de sus tres líderes por ser el más mediático: Carlos Luis Revete, alias “el Koki”, asesinado en un procedimiento del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) el 8 de febrero de 2022. No obstante, el verdadero jefe siempre ha sido Carlos Alfredo Calderón Martínez, alias “Vampi”, según una investigación de Runrunes.

Esta megabanda fue una de las organizaciones criminales más poderosas de Venezuela hasta 2021 dado su alcance, número de integrantes, evolucionados niveles de organización, poder de fuego, así como por su estratégica ubicación en la capital del país.

Dos acontecimientos facilitaron la consolidación de este grupo que se expandió por los barrios que se encuentran a lo largo de la Cota 905: la creación de las zonas de paz (un programa gubernamental que supuestamente buscaba pacificar a las bandas armadas, pero que terminó fortaleciéndolas) y la alianza de varias organizaciones criminales para hacerle frente a los cuerpos de seguridad del Estado.

En 2015, el Estado implementó una política de exterminio en sectores populares denominada Operación de Liberación y Protección del Pueblo (OLP). Así inició la persecución oficial contra “el Koki” y sus aliados. Pero éstos nunca fueron tocados.

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Como apoyo fundamental de este grupo destaca Néstor Richardi Sequera Campos, alias “Richardi”, pran del Internado Judicial de Tocuyito, quien es el aliado más importante de la megabanda de “el Koki”. La cárcel de Tocuyito está situada en el estado Carabobo, a 178 kilómetros de Caracas.

En 2010, Wilmer Brizuela, alias “Wilmito”, fue trasladado desde la cárcel de Vista Hermosa, ubicada en el estado Bolívar, hasta Tocuyito y se convirtió en el líder de ese penal. Una reseña de El Estímulo indica que “Richardi” obtuvo poder gracias a Brizuela.

Como en otras cárceles de Venezuela, Tocuyito ha sido epicentro de eventos masivos y fiestas de la mano de “Richardi”. De hecho, este pran goza de reconocimiento en el mundo deportivo. Una demostración de su influencia en este campo es que cuenta con un equipo de baloncesto destacado. También realiza encuentros amistosos de béisbol con la presencia de grandes ligas venezolanos dentro de la prisión.

“Richardi” también se encarga de cobrar la causa dentro del penal, ese impuesto de supervivencia exigido por cabecillas criminales de las prisiones al resto de la población reclusa. El pran de Tocuyito factura en dólares todas sus operaciones. La directora del Observatorio Venezolano de Prisiones, Carolina Girón, afirma que la circulación de divisas en los penales coincidió con la dolarización transaccional que hubo en Venezuela.

La prisión de Tocuyito tiene más de 4.000 hombres. Pero solo el grupo cercano al pran está armado. Algunos de los integrantes de su organización pueden entrar y salir sin ningún inconveniente. Además, tiene emisarios fuera de la cárcel, según las fuentes consultadas.

Estructura y líderes

MEGABANDAS DE “EL KOKI” Y “RICHARDI”

El liderazgo de la megabanda de “el Koki” era compartido entre Carlos Luis Revete, alias “el Koki”; Carlos Alfredo Calderón Martínez, alias “Vampi” y Garbis Ochoa Ruíz, alias “Garbis”; siendo “Vampi” el máximo jefe.

La banda adoptó desde sus inicios la estructura jerárquica de las prisiones que tiene uno o varios líderes o principales, lugartenientes, luceros y gariteros. Además, se caracteriza por la construcción de garitas o puntos de control en la parte alta de las montañas que están en los territorios que controlan. Esto les permiten tener un control visual de todo lo que ocurre a su alrededor y anticiparse ante un posible ingreso de los cuerpos de seguridad.

Una investigación realizada por la ONG Cecodap en los sectores dominados por la megabanda pone en relieve la estructura asociada al reclutamiento de niñas, niños y adolescentes. La experiencia y la lealtad determinan el ascenso de los integrantes a posiciones más lucrativas y, aunque más riesgosas, de mayor poder.

La posición más baja en el grupo armado es la del “mandadero”, que se encarga de llevar bolsas y comprar algunos productos en las bodegas para los líderes. Y más arriba están los “malandros”. En estos puestos, los miembros tienen acceso a diversidad de armas y perpetran secuestros, asesinatos o cargan altas sumas de dinero que entran a las arcas de la megabanda. Al menos 300 hombres integran este grupo armado con presencia en las parroquias El Paraíso, La Vega, El Valle, Coche y Santa Rosalía en Caracas.

Tras el asesinato de “el Koki”, los otros dos jefes siguen al mando del grupo armado que opera en al menos cinco parroquias de Distrito Capital, parte del estado Miranda, y domina territorios próximos a siete sedes policiales y militares.

Delitos

Presuntos aliados criminales

Las megabandas de “el Koki” y “Richardi” tendrían operaciones conjuntas desde 2021 para traficar oro y chatarra. A esta alianza también se había sumado Wilexis Acevedo, alias “Wilexis”, líder de una megabanda que opera en el barrio José Félix Ribas de Petare, estado Miranda, que está integrada por al menos 200 hombres.

Presos de la cárcel de Tocuyito contaron que alias “Vampi” visita con frecuencia esa cárcel para sostener reuniones con “Richardi”.

Por otra parte, la banda de “Richardi” tiene vínculos con la de Darwin Antonio Rivas García, alias “el Cagón”, que tiene presencia en los estados Trujillo y Zulia. Este grupo armado cuenta con más de 50 hombres y las autoridades le atribuyen la autoría de más de 40 asesinatos. Es con esta organización que operan en el contrabando de chatarra.

Poder de fuego y uso de la violencia

LOS INTEGRANTES DE LA MEGABANDA
DE “EL KOKI” TIENEN GRANADAS
FUSILES AR-15 Y AK-103, 
PISTOLAS CALIBRE 9 MM, SUBAMETRALLADORAS
FAL Y RPG, UNA BAZUCA

LOS INTEGRANTES DE “RICHARDI” TIENEN
FUSILES, AK-103, AR-15, FAL, GRANADAS,
PISTOLAS Y REVÓLVERES

“El Koki”, “Vampi” y “Garbis” se ganaron el “respeto” de las autoridades y los habitantes de los territorios bajo su dominio por el uso de la fuerza. Según los reportes, impusieron castigos ejemplarizantes a los ciudadanos que no acataban sus reglas.

Una de las prácticas más comunes del grupo criminal era asesinar a sus enemigos o a quienes desobedecían sus designios, para luego lanzar sus cadáveres por un bajante de basura desde la parte alta de la montaña, que desembocaba en el borde de la autopista de El Paraíso.

El grupo criminal se ha caracterizado por el uso de la violencia extrema contra los funcionarios de la fuerza pública. Además de asesinar a gran cantidad de policías en Caracas, también persiguen y matan a los familiares de los agentes. En 2016 mataron al hijo de un policía cuando visitaba a familiares en El Cementerio y quemaron el cadáver. Además, provocaron el desplazamiento de más de una docena de policías que vivían en “sus territorios”.

EN JULIO DE 2021, DESPUÉS DE UN INTENSO ENFRENTAMIENTO EN LA COTA 905 DE CARACAS, LOS CUERPOS DE SEGURIDAD OFRECIERON RECOMPENSAS POR LA CAPTURA DE LOS LÍDERES DE LA BANDA DE “EL KOKI”

Método de reclutamiento

El reclutamiento forzado de jóvenes y la muerte de residentes en medio de balaceras son otras de las consecuencias del crecimiento del grupo criminal en el suroeste de Caracas.

La megabanda de “el Koki” armó su ejército con jóvenes que viven en los barrios donde operan. En sus inicios eran menos selectivos con los integrantes, pero a medida que la banda creció y se expandió, empezaron a aplicar filtros y controles para sumar en sus filas a personas consideradas como leales y útiles.

Para alcanzar este objetivo, el grupo armado hace seguimiento a los adolescentes y jóvenes más pobres para luego acercárseles con la promesa de resolver sus carencias económicas si se suman a la organización.

Los reclutamientos abarcan a niños de 10 a 12 años de edad, advierte la investigación de Cecodap. Otra forma de captación identificada por la ONG fue a través de reuniones coordinadas por una mujer que les ofrecía dólares, zapatos, ropa de marca y bolsas de comida para sus familias si se unían a la megabanda.

Rol de las mujeres

En la megabanda de “el Koki” hay una participación activa de mujeres. La investigación de la ONG Cecodap indica que hay mujeres en la escala de “traficantes”. Usualmente les ordenan entregar droga fuera de la comunidad. Otras pertenecen a la división de “gariteros”, como quedó evidenciado en la filtración de unas fotografías de una joven armada apodada “La Peluda”. También están las encargadas de reunir y reclutar a los adolescentes y jóvenes.

TRANSPARENCIA VENEZUELA
Junio 2022

ECONOMÍAS ILÍCITAS
AL AMPARO DE LA 
CORRUPCIÓN

Carlos Alfredo Calderón Martínez, alias “Vampi”

Carlos Alfredo Calderón Martínez, alias “Vampi”, es el jefe de la megabanda. Encabeza la lista de los 10 delincuentes más buscados del país por los delitos de secuestro, homicidio, narcotráfico y extorsión. Un habitante de la Cota 905 declaró a El Pitazo que Calderón se dio a conocer por el secuestro del mánager de la agrupación musical Caramelos de Cianuro. A mediados de 2021, medios colombianos publicaron la fotografía de “Vampi” porque habría escapado al país vecino después de que arreciara la persecución policial contra la megabanda en Venezuela y aumentaran los enfrentamientos entre los criminales y funcionarios de seguridad.


Néstor Richardi Sequera

Néstor Richardi Sequera, alias “Richardi”, aunque no es miembro directo de la megabanda de “el Koki”, tiene una alianza muy importante con el grupo. “Richardi” ejerce el pranato en la cárcel de Tocuyito como otros líderes criminales.

Este pran se ha caracterizado por su gran interés por los deportes y por ello trata de vincularse con atletas destacados. Por esa razón, todos los años realiza una caimanera de softbol en la prisión con la participación de jugadores de las Grandes Ligas. También promovió la creación de un equipo de baloncesto con presos que participa en una liga.

Su rostro no es conocido, pero muchas de sus acciones criminales sí se conocen en Carabobo. “Richardi” está detenido desde 1999. En 2000 fue sentenciado a 20 años de prisión por el delito de homicidio calificado. En 2008, la Corte de Apelaciones redujo la pena a 17 años y 6 meses de prisión. Aunque debía salir en libertad en 2017, “Richardi” continúa en la cárcel

Garbis Ochoa Ruíz, alias “Garbis”

Garbis Ochoa Ruíz, alias “Garbis”, es el lugarteniente de “Vampi” y segundo al mando del grupo. Al igual que “Vampi”, su nombre figura en la actualización de la lista de delincuentes más buscados. Según fuentes policiales, es requerido por 22 homicidios y cuatro secuestros.

“Vampi” tendría una conexión con “Richardi” desde 2021 para incursionar en la minería ilegal y el contrabando de chatarra.

Tráfico de oro:

La banda de “Richardi” incursionó en la minería ilegal tras enterarse de la existencia de oro en Bejuma, Carabobo. Los predios más cercanos al yacimiento fueron tomados rápidamente por el crimen para ejercer control férreo sobre la extracción.

Esta práctica ilegal de la minería comenzó en 2017. Una investigación realizada por el sitio web Mongabay advirtió, en aquel entonces, sobre el aumento de la peligrosidad en la zona, y sobre el poder que acumulaba un comisario del Cicpc que presuntamente es dueño de una de las tierras donde proliferaba la extracción de oro.

En esta actividad los miembros de la banda de “el Koki”, el pranato Richardi y la megabanda de Wilexis trabajan como aliados.

Contrabando de chatarra:

El pran de Tocuyito es señalado de financiar la compra de chatarra que sale de contrabando hacia Colombia. El Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (Cpbez) corroboró que en estas operaciones intervienen miembros de la banda de alias “el Cagón”, un peligroso criminal que opera entre Zulia y Trujillo acusado de robar material estratégico de las plantas de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). La megabanda de “el Koki” se habría aliado con “Richardi” para traficar oro y chatarra desde 2021.

Tráfico de drogas:

El microtráfico de drogas es uno de los negocios más lucrativos de la megabanda liderada por “Vampi” y “Garbis”. “Mientras el salario mínimo -calculado con base al dólar paralelo- era de USD 10 mensuales en Venezuela en julio de 2015, cada uno de los jefes de las distintas bandas aliadas al Koki obtenían unos USD 570 mensuales (400.000 Bs) solo por venta de drogas”, según publicó Runrunes.

“Richardi” delega a sus hombres de confianza la venta de drogas dentro y fuera de la prisión. Un preso reveló que a lo interno de estos recintos el consumo de sustancias es muy elevado, por lo que genera ganancias significativas.

Extorsión:

Desde hace cinco años, la megabanda de “el Koki” incorporó las extorsiones en sus negocios ilícitos. El cobro de vacunas se implementó en El Cementerio, El Valle y la Cota 905, en Caracas. “Estas extorsiones eran cobradas por sus bandas aliadas, y se dividían los territorios y el monto acumulado por las vacunas iba a un pote que luego era repartido en partes iguales entre los miembros de la organización”, detalla Runrunes.

“Richardi”, por su parte, también realiza cobros de extorsiones con los presos que entran y salen sin limitaciones de Tocuyito, de acuerdo con medios locales.

El cobro de la causa, una forma de extorsión interna, es uno de los principales negocios en la prisión de Tocuyito. En 2020, “Richardi” cobraba USD 1 por recluso cada semana. Con 5.000 reclusos en este centro, el pran obtenía un ingreso mensual de USD 20.000. Recientemente, “Richardi” aumentó la tarifa de la causa a USD 10 por recluso y empezó a cobrar por la pernocta de visitantes hasta en USD 50.

Presuntos vínculos con el poder político

María Iris Varela, diputada de la Asamblea Nacional y exministra de Servicio Penitenciario, presuntamente ha realizado visitas a alias “Richardi” en Tocuyito, según fuentes entrevistadas.

Durante su gestión en el despacho que se dedica a la atención a las cárceles, Varela permitió la consolidación de los pranatos y el uso de los penales como enclaves para llevar a cabo actividades delictivas.

Aunque Varela realizó reformas en el sistema penitenciario e impuesto un nuevo régimen, no hay explicación para el hecho de que permitiera que en ciertas prisiones se mantuviera la figura del pran.

Alexander “Mimou” Vargas Gutiérrez, diputado de la Asamblea Nacional y alto comisionado presidencial del Movimiento por la Paz y la Vida. Es otra de las figuras políticas que constantemente va a Tocuyito y respalda encuentros deportivos en la cárcel. Este funcionario también frecuenta otros penales y ha compartido en actos con fundaciones de bandas delictivas en Monagas y Bolívar.

José Gregorio Domínguez, comisario y exsecretario de seguridad del gobierno de Rafael Lacava. Presuntamente este hombre le pidió recursos a alias “Richardi” para la remodelación de una sede del Cicpc. Un periodista de sucesos de Carabobo aseguró que el pran de Tocuyito pagaba vacunas a este funcionario.

Un hijo del comisario fue secuestrado por más de 10 hombres armados en 2019. Aunque todos los cuerpos de seguridad se movilizaron para dar con su paradero, “Richardi” se encargó de negociar su liberación cerca del penal. Sobre el caso existen dos versiones: que se trató de un ultimátum por diferencias o que otro grupo delictivo planificó el secuestro y “Richardi” frenó la operación. En 2020, “Richardi” también se encargó de entregar al Cicpc a un hombre acusado de asesinar a su hijastro que se refugió dentro de la cárcel de Tocuyito para evadir a las autoridades.

Ese mismo año, el comisario Domínguez fue separado de su cargo por presuntamente estar involucrado con un cartel de narcotráfico. Actualmente es director de Operaciones Estratégicas del Cicpc.

José Vicente Rangel Ávalos, alcalde del municipio Sucre en el estado Miranda y exviceministro de Relaciones Interiores. Fue el promotor de las llamadas zonas de paz. Y se decía que mantenía vínculos con las bandas de “el Koki” y “Wilexis”.