CAPÍTULO 6

LOS OSCUROS ESQUEMAS
DE COMERCIALIZACIÓN DEL PETRÓLEO

Aunque es cierto que el colapso de la industria petrolera, así como las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela, obligaron al gobierno de Maduro a buscar alternativas para su financiamiento. También es verdad que, en paralelo, las autoridades procuraron una recuperación parcial de la producción petrolera mediante diversos mecanismos.

Luego de producir alrededor de 400.000 barriles de petróleo por día durante buena parte de 2020, Petróleos de Venezuela fue capaz de producir un máximo de 871.000 barriles por día en diciembre de 2021, de acuerdo con cifras oficiales. En 2021, la producción mensual promedio fue de 635.000 barriles por día, una recuperación importante con respecto al período anterior.

Un factor fundamental en esta “recuperación” es Irán. A lo largo de 2021, Pdvsa recibió alrededor de 2.1 millones de barriles por día de diluyentes por parte de la república iraní, con el objetivo de impulsar la producción. Además, Irán ha contribuido con la reparación y el reemplazo de equipos en varias plantas de producción deterioradas.

Un actor fundamental en la “recuperación” de la industria petrolera venezolana es Irán. Foto Archivo

China también ha incidido en la “recuperación” de Pdvsa, con las gestiones realizadas a través de China National Petroleum Corp (CNPC). La empresa ha enviado personal a Venezuela y ha investigado compañías locales para realizar mantenimiento. Esto es una muestra del interés chino de aumentar su vinculación con el petróleo venezolano, buscando asegurar pagos en especie de la deuda pendiente entre ambos países, además procurando mantener el beneficio de la compra de petróleo venezolano con 30% de descuento, en comparación a precios internacionales. Estos descuentos, en un contexto de precios del petróleo al alza desde 2020, mejoraron la relación riesgo-recompensa de otros actores para comerciar con una Venezuela sancionada a través de canales opacos, de acuerdo con un trabajo recientemente publicado por los economistas Luisa Palacios y Francisco Monaldi.

No obstante, la continuidad de estos niveles de producción seguirá dependiendo del mantenimiento de las plantas, ya que la ayuda recibida de Irán no es suficiente para que todas las unidades operen de forma simultánea a su capacidad máxima. Además, como se comentó, los mecanismos a los que ha tenido que recurrir el gobierno implican que el comprador asuma el riesgo de realizar transacciones con una empresa estatal sancionada; esto ha llevado a la desactivación de señales satelitales de los buques de Pdvsa, las transferencias barco a barco, la creación de empresas fantasmas y la mezcla de aditivos químicos para ser vendidos con otra denominación.

LOS OSCUROS ESQUEMAS DE COMERCIALIZACIÓN DEL PETRÓLEO

A pesar de la mejora en la producción petrolera venezolana y el flujo estable de diluyentes iraníes, las exportaciones representan un reto importante para el gobierno. Además de tener que vender con descuento, dado que el crudo venezolano es de muy mala calidad (en gran parte crudo Merey, más pesado y menos demandado), es más difícil colocarlo por completo. Las exportaciones para diciembre de 2021 se ubicaron en 416.000 barriles por día, una diferencia considerable en comparación a los 526.000 barriles por día exportados de noviembre y los 700.000 de octubre.

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¿Con quién hacen negocios?

El principal socio comercial de Venezuela en materia petrolera es China, a pesar de que no exista registro de envíos directos en los últimos años. Sin embargo, las importaciones chinas provenientes de Malasia y Omán sí han aumentado. Esto se debe a que ambos países han servido como paradas estratégicas para hacer llegar el crudo venezolano al país asiático.

De acuerdo con Bloomberg, las importaciones de crudo venezolano y de crudo iraní hechas por China crecieron en 53% en 2021. Siguiendo los datos de importación de Malasia, el país ha aumentado su adquisición de crudo de Venezuela desde 2018 y mantuvo estas relaciones comerciales durante todo 2020 y los primeros tres meses de 2021. Las importaciones petroleras chinas de Malasia mostraron su mayor pico en 2020, sin que Malasia aumentará sus capacidades de producción. A su vez, existen registros de envíos hacia países de Europa como España, Grecia e Italia. Pese a las dificultades para comercializar, para enero de 2022, de acuerdo con Reuters, Pdvsa aumentó las exportaciones de crudo a Cuba, alcanzando 80.000 barriles por día.

Por otro lado, de acuerdo con fuentes oficiales a las que tuvo acceso Ecoanalítica, cerca del 50% del crudo venezolano exportado pasa por el sistema financiero ruso, quien se encarga de entregar dólares en efectivo a Pdvsa. Por esta razón, ante la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia, se esperan ciertas complicaciones para acceder a efectivo en dólares en el corto plazo para el gobierno.

Más allá de esto, lo que queda claro es que Pdvsa continúa utilizando mecanismos opacos para transportar el petróleo a sus destinos y pareciera que, mientras lo venda con grandes descuentos que permitan a los clientes obtener ganancias significativas a pesar de estar sancionada, siempre tendrá un mercado al cual recurrir

Entre sanciones y descuentos

De acuerdo con las estimaciones de Ecoanalítica, durante 2022 la producción petrolera de Venezuela va a promediar 803.000 barriles por día, el alza estará impulsado por la colaboración de los aliados del gobierno, pero frenado por las condiciones obsoletas de la industria petrolera nacional. Esta cifra representaría un crecimiento de 26,4% en comparación con 2021. Asimismo, las exportaciones petroleras mensuales promedio se podrían ubicar en 650.000 barriles por día, si se mantienen los métodos que se han estado usando, pero dependerán de la calidad de crudo que se produzca.

En marzo de 2022, luego de la invasión rusa a Ucrania y las consecuentes sanciones al gobierno de Putin, Estados Unidos, envió una delegación a Caracas con el fin de discutir la posibilidad de aliviar las sanciones y retomar las transacciones petroleras con Venezuela. Esto ayudaría al gobierno americano a sustituir parte de los 670.000 barriles por día que importaba de Rusia y posicionaría nuevamente a Venezuela en el mercado global. Empresas como Chevron mostraron interés en reactivar y ampliar la licencia de explotación, a la expectativa de retomar operaciones a mayor escala en el país.

Sin embargo, de acuerdo con Palacios y Monaldi, las sanciones a Rusia también podrían afectar negativamente a Venezuela: grandes cantidades de petróleo ruso ahora van a ser transadas a través de los mismos canales opacos que utiliza Pdvsa. La competencia de petróleo ruso a descuento en el mercado, especialmente el chino, y la menor calidad del crudo venezolano en comparación con el ruso ponen al gobierno de Maduro en una situación complicada. Además, existen reportes de que gran parte de las reservas en dólares de Pdvsa han sido transferidas a bancos rusos, por lo que podrían estar congeladas debido a las sanciones al sistema financiero. Si a todo esto se le suma que, de acuerdo con Bloomberg, Rusia es responsable de 15% de la producción petrolera venezolana, a través de Petromonagas, las sanciones impuestas incrementan la incertidumbre en el contexto del crudo venezolano.

La visita de los delegados americanos tuvo un amplio rechazo bipartidista y pareciera que no avanzará mucho más, luego de la liberación de dos prisioneros estadounidenses. Sin embargo, de terminar haciéndose realidad, muchas de las trabas a las que el gobierno se ha enfrentado en los últimos años serían cuestión del pasado. En tal sentido, las licencias de exportación de ciertas empresas como Chevron, Eni y Repsol se verían ampliadas, lo cual facilita la recuperación de la capacidad productiva y redirigirá las exportaciones venezolanas a Estados Unidos. Por supuesto, con importantes limitaciones debido al estado actual de la industria petrolera y la inminente necesidad de inversión. Esto, aunado a la aparente recuperación de la producción, podría llevar a Venezuela a niveles de al menos un millón de barriles diarios.

La realidad, por los momentos, pareciera indicar que Venezuela continuará respaldándose en aliados como Irán, China y Rusia, y utilizando mecanismos para evadir las sanciones. Luego de tres años de limitados ingresos petroleros, el gobierno ha conseguido un respiro en la reactivación de la producción y parece encaminado a seguir aumentando, aunque acotado a volúmenes apenas cercanos al millón de barriles. A pesar de esto, aún enfrenta importantes retos relacionados a las condiciones de la industria petrolera nacional y a la calidad del crudo producido.

Lo anterior, junto con las aún vigentes sanciones, obligan a seguir vendiendo a descuentos cercanos a 30% (en el caso Merey; con respecto al petróleo DCO, que contiene gran cantidad de agua y sedimentos, el descuento es incluso mayor) y causan una gran brecha entre la producción y exportación. Se puede tener una muestra más clara de esto al evaluar la exportación mensual promedio durante 2021, que se ubicó en 580.000 barriles por día. Entendiendo que el Merey es el principal producto de exportación y que su precio promedio para este período fue de USD 55.1, Pdvsa podría haber obtenido ganancias cercanas a USD 10.890 millones. Sin embargo, tomando en cuenta los descuentos a los que ha tenido que recurrir, los ingresos petroleros netos del gobierno en 2021 se ubicaron en USD 6.700 millones. Las rebajas que se deben hacer por las sanciones y las dificultades para exportar por la calidad de lo producido hacen que para el gobierno en el mediano plazo, el ingreso petrolero será el necesario, más no el deseado.

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