Las economías ilícitas que más se registran en el estado Táchira son el contrabando de combustible, el comercio ilegal de gasolina dentro de la entidad, el narcotráfico y el contrabando de chatarra. Estos delitos son ejecutados por grupos de crimen organizado, con diferente estructura: megabandas, colectivos, paramilitares, guerrilleros y otros grupos irregulares que persiguen principalmente el control de las trochas, esos caminos clandestinos entre Venezuela y Colombia que son claves para las actividades delictivas.

La entidad se ha convertido en un asentamiento de organizaciones armadas originarias de Colombia y el estado Aragua.

Una de las más sonadas es el Tren de Aragua, ya referida en el capítulo tres de este informe. En Táchira, se ha dedicado al contrabando de chatarra hacia Colombia, entre otras actividades delictivas. El grupo está integrado por cerca de 100 personas y el rol de las mujeres normalmente es el de captar a otras mujeres y participar del tráfico de personas.

Otra de las bandas con presencia en el estado Táchira es «La Línea», con actividad desde el año 2019. La integran cerca de 80 personas que están enfocadas actualmente en la extorsión. Entre 2019 y 2020, el grupo criminal también se dedicó al contrabando de combustible de Venezuela a Colombia, pero esta actividad perdió interés con el aumento de precio en 2021. La banda opera en los municipios del Eje Panamericano: Lobatera, Ayacucho, Panamericano.

Los colectivos con poder en el estado Táchira están involucrados en el comercio ilegal de combustible y el microtráfico de droga. Algunos de ellos, como el «Colectivo de Seguridad Fronteriza» fueron absorbidos por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), según las fuentes consultadas.

Entre los grupos paramilitares presentes en la entidad destacan «Los Pelusos» (al menos desde 2018) y Los Rastrojos (desde 2019). Ambas organizaciones realizan actividades de narcotráfico y extorsión. En el caso de Los Pelusos, se tiene conocimiento de que en su estructura participan mujeres que trabajan como informantes y ejercen cargos medios.

Las fuentes consultadas revelan que organizaciones como Los Pelusos y Los Rastrojos han sido desplazadas por el Tren de Aragua y en algún momento por La Línea y otro grupo llamado «Los de la frontera». Con el desplazamiento a la fuerza de Los Rastrojos, «Los Urabeños» han retornado a Táchira y participan de varias economías negras.

En el estado andino, también se ha reportado la presencia o influencia del ELN y de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Varias de las personas consultadas para este reporte aseguran que estos grupos operan principalmente al sur del estado Táchira. Se requiere un estudio más profundo para una mejor caracterización de estas organizaciones.

Sobre el ELN, las fuentes aseguran que en Táchira opera el «Frente Urbano Carlos Germán Velasco Villamizar», conocido por su actuación en Cúcuta. Su cabecilla era Miguel Ángel González Gómez, quien presuntamente fue encontrado muerto entre Ureña y San Antonio del Táchira el 14 de febrero de 2022. Las operaciones de este frente se habrían intensificado desde 2017, mediante el tráfico de drogas y la extorsión.