La Misión Barrio Adentro creada como un circuito paralelo a la atención de salud, que como el resto de los programas sociales del Gobierno nacional ha estado sujeto a un control político, tendrá una disminución de recursos para su ejecución presupuestaria en el año 2015.

Aunque no hay cifras oficiales al respecto, Transparencia Venezuela considera previsible que la caída del precio del petróleo para este año afectará las finanzas de Petróleos de Venezuela, lo que se traducirá en un recorte de financiamiento para este programa social.

El aporte que da Pdvsa a las misiones ha venido en declive; según el informe  de Ganancias y Pérdidas de la estatal petrolera, de 2013 a 2014 la asignación para el desarrollo social cayó 59,1%, lo que en un escenario de menor entrada de recursos por la venta del crudo, afectará sin duda a los beneficiarios de Barrio Adentro. Esto nos hace llegar a la conclusión de que en el 2015 el gasto real de la misión será el más bajo en los últimos cinco años.

Las dudas abarcan además cómo el convenio Cuba-Venezuela por el que nació la Misión Barrio Adentro podrá soportar esta caída. Si se enviarán los médicos desde el país antillano ante un escenario en el que el Gobierno venezolano envía petróleo a cambio de servicios médicos y medicinas, si habrá una producción menor del crudo en los mercados internacionales.

Esto además pone en duda su operatividad y la cobertura que dará en 2015 a su población objetivo, ya que la Encuesta Sobre Condiciones de Vida que realizaron las Universidades Católica Andrés Bello, Central de Venezuela y Simón Bolívar elaborada en 2014, aseguró que Barrio Adentro sólo ha alcanzado a 6,2% de quienes deberían beneficiarse de ella, es decir a 1,7 millones de personas.

Memoria y cuento

Si tomamos en cuenta la memoria y cuenta del 2014 del Ministerio del Poder Popular para la Salud sobre el cumplimiento de tres de cuatro proyectos que dependen de la Fundación Barrio Adentro, su ejecución avanzó entre 30 y 80%, pero los resultados publicados en la Memoria son muy inconsistentes, por lo que son de escasa credibilidad.

Además la falta de una política de salud pública que permita la integración de la red ambulatoria y hospitalaria con Barrio Adentro, el gasto en salud sufre entonces una descoordinación que reduce su eficacia que se traduce en una prestación de servicios menor para la población y por consiguiente en corrupción, lo que es corroborado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal) que señala a Venezuela (excluyendo a Guyana y Surinam) como el país de Suramérica que menos gastó en salud,   en términos de porcentaje del Producto Interno Bruto.