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Cierre de medios aísla a ciudadanos de la realidad

Las consecuencias que enfrentan los medios de comunicación social por la falta de papel periódico o por las limitaciones de publicidad en el país, son acciones que además de censurar, silencian a la población y la aislan de la realidad.

Con esta reflexión la integrante del Capítulo Transparencia Venezuela en Carabobo, Daniela Martucci, demostró su preocupación ante un posible cierre de El Carabobeño por la negativa del Complejo Editorial Maneiro de enviar las bobinas correspondientes para la circulación de este impreso, de 81 años de trayectoria.

Los medios en general representan la ventana que tienen los ciudadanos para denunciar y tener acceso a los datos necesarios para ejercer la contraloría social, y su derecho al libre acceso a la información pública, a la libertad de expresión y a la participación.

Las organizaciones que trabajan con la sociedad civil se benefician de éstos por ser un espacio que expone los derechos de las personas, y a quienes les permiten conocer las estrategias que desarrollan las autoridades que escogieron para dirigir las comunidades. Para Daniela Martucci, un posible cierre no solo impide que los individuos conozcan las dos caras de un asunto, sino que se forman una visión sesgada.

A través de un comunicado enviado a esta casa editora en abril la directiva de Transparencia Venezuela aseveró que El Carabobeño es uno de los pocos medios que mantiene una postura crítica ante las autoridades gubernamentales nacionales y regionales, señalados como responsables de una guerra mediática.

Desde Capítulo Carabobo se reconoce que este diario ha apoyado la lucha en materia ambiental en los últimos años. Martucci lamentó que los otros medios hayan ido cambiando sus líneas editoriales para no exponer las denuncias críticas que enfrenta la sociedad. “Estos hechos ponen en evidencia que se coarta la libertad de expresión y se afecta la democracia de un país”.

El Diario Del Centro forma parte de los periódicos que tienen fallas en el insumo de papel. Entre estos se destacan las casas editoras de corte oficial que también tienen que asumir las consecuencias de la crisis económica.

Daniela Martucci considera que más que limitaciones por un material esto forma parte de las herramientas aplicadas en los últimos años para gerenciar a la nación. Situación que obligó a este impreso a reducir sus páginas de 42 hasta 32 y el pasado 14 de mayo decidió ir a 16 para extender el papel que estaba destinado para la Revista Paréntesis, la cual circulará hasta el 7 de junio. Esto, si el Complejo Editorial Maneiro, único organismo del Gobierno encargado de enviar bobinas, incumple la solicitud realizada.

El Carabobeño Gabriela Espinoza F. || gespinoza@el-carabobeno.com

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