Esta situación la expone Edison Durán Lucena, del Movimiento por la Calidad del Agua, quien dejó sus estudios superiores en Estados Unidos, donde tenía un futuro promisor, para dedicarse a contribuir con el rescate del país sin participar en movimientos políticos.
Nuestro entrevistado es físico, egresado de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Carabobo. Ganó una beca para estudiar Astrofísca, en la Universidad de Michigan. Le estaba yendo muy bien en el estudio de los procesos de explosión de las galaxias, desde el Big Bang que dio origen al espacio del universo, al tiempo y la materia.
Las galaxias cambiaron en sus componentes químicos: Hidrógeno y Helio y crearon elementos que dieron origen a la vida. Eso es fascinante, pero muy abstracto y llegué a la conclusión de que sería más útil dedicar mi talento para procurar el bienestar de Venezuela, por eso me incorporé al Movimiento por la Calidad del Agua, comenta Durán Lucena, de 31 años.
– ¿Estás en desacuerdo con los miles de jóvenes que están emigrando para ejercer en otros países la profesión que les dio Venezuela?
– Lo que recomiendo a tantos jóvenes, que se han ido, es que tengan al país siempre presente para contribuir, de la mejor manera posible, a cambiar nuestra realidad. Siempre hay un deber con la tierra en la que uno nació. Estés aquí, o estés afuera, hay que utilizar los recursos que tengamos a nuestra disposición para ayudar a que las cosas cambien. Porque no podemos esperar la venida del mesías a cambiar las cosas
– ¿Qué hiciste a tu regreso?
– Junto con la incorporación al Movimiento por la Calidad de Agua colaboro con el Observatorio Venezolano de Presiones, que tiene que ver con los derechos humanos y con Transparencia Venezuela cuya meta es la lucha contra la corrupción.
– ¿Cuál es la realidad de la mala calidad del agua en Carabobo y parte de los estados Aragua y Cojedes?
– Desde hace seis años venimos denunciando un problema que tiene su foco en el embalse Pao-Cachinche que tiene sus fuentes de abastecimiento no aptas para el consumo de más de tres millones de personas, por el mal procesamiento de las aguas residuales vertidas en el embalse sin que se tomen medidas correctivas.
El riesgo es cada vez mayor para la población. Hemos presentado proyectos ante el Tribunal Supremo de Justicia y organismos internacionales, lo que ha ocasionado polémicas y hasta amenazas de encarcelamiento a los que denunciamos el problema. La Asamblea Nacional y el Banco Interamericano de Desarrollo acordaron créditos y estamos peor que nunca.
– ¿Por qué?
– Los últimos resultados de Hidrocentro reflejan valores alarmantes. El aluminio está presente, en el agua que consumimos, en 50 por ciento, por encima de los valores deseables. Esto es gravísimo. El aluminio tiene efectos neurológicos negativos en los niños y en las personas de la tercera edad porque es un neurotóxico que genera intoxicaciones. Este año, se ha registrado el valor más alto en la historia: 0,91 miligramo por litro.
Otro de los problemas, que siempre hemos advertido, es el mal olor de las aguas con sedimentos que son un vector de enfermedades hídricas.
– ¿Es cierto que ahora Hidrocentro no le agrega suficiente cloro al agua?
– Hace años denunciamos que el agua tenía demasiado cloro que generaba ardor, picazón, inflación de las vías respiratorias. Ahora, el caso es contrario: el agua está saliendo sin cloro. Esto es alarmante porque no se está garantizando la calidad bacteriológica para impedir enfermedades hídricas.
El color del agua es un indicador de contaminación, que está muy por encima del valor deseable, que debería ser cinco unidades de platino cobalto y estamos en 21,43 unidades.
– ¿Qué se hicieron los recursos asignados para resolver este problema?
– Lo grave de todo esto es que, para tratar de resolver el problema se han asignado más de 20 mil millones de bolívares, en los tres últimos años a través de créditos adicionales de la Asamblea Nacional y más 250 millones de dólares por organismos internacionales y el problema sigue empeorando.
No obstante no hay información de ejecución, no hay mejoras en las plantas y, las cifras oficiales, revelan que la situación es cada vez más crítica.
– ¿Han tenido problemas por denunciar estas irregularidades?
– El presidente Chávez ordenó una averiguación porque estábamos investigando la mala calidad del agua. Al día siguiente la fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, amenazó con que podíamos ir presos, durante tres años, por estar generando zozobra en la población. Nosotros fuimos al Ministerio Público y presentamos las pruebas de la calidad del agua en Carabobo, para que nos investigaran y eso quedó allí.
– ¿Cuáles son los casos con más irregularidades detectados en Carabobo por Transparencia Venezuela ?
– En Carabobo hemos identificado diez grandes casos donde no necesariamente hay corrupción pero es probable que la haya. Entre esos casos está la construcción del estadio para el equipo Magallanes, anunciado por el Presidente de la República con aprobación de los recursos. Sin embargo, nunca hubo planos pues los que se presentaron es un plagio de un estadio en Corea del Sur.
Al ferrocarril se le han invertido más de 1.800 millones de dólares, por lo cual debió estar listo a mediados de 2012 y todavía no han hecho las primeras pruebas
No se sabe cuáles son las asignaciones para la Misión Vivienda. Tenemos casos reportados de personas que después de esperar cinco años, les entregan sus casas y luego del show mediático por televisión se las quitan.
Tenemos el caso de la construcción del nuevo terminal de contenedores de Puerto Cabello, para lo cual se firmó un contrato con una empresa china por 520 millones de dólares y a pesar de que eso se hizo en 2011, a la fecha no se sabe cuál es el estado de esa obra.
Otros grandes proyectos como la ejecución del nuevo penal de Carabobo, que iba a ser una cárcel modelo que estaría lista en mayo de este año, a la fecha no se ha hecho nada.
Del Metro de Valencia, al que se le han asignado 1.720 millones de dólares, solo se han concluido dos de las seis líneas que estaban prometidas, y cuando se pusieron en funcionamiento no estaban completadas.
Vivimos en una situación donde se impide que se conozca cómo se invierten los recursos, lo que facilita casos de corrupción que quedan impunes.
Fuente: La Patilla