El Ministerio del Poder Popular para la Alimentación (Minppal), institución creada en septiembre del año 2004 con el propósito de “velar por el cumplimiento soberano, al acceso a la canasta alimentaria, a precios justos y de excelente calidad” ; y que actualmente arriba a su 11 aniversario de la mano de una compleja situación alimentaria en el país.

Día a día el Minppal muestra su línea de acción de “eficiencia” en diferentes regiones del país pero el viacrucis para comprar alimentos en Venezuela, demuestra lo contrario. En Transparencia Venezuela, preocupados por el contexto actual, visibilizamos realidades y alertamos a los funcionarios y organismos competentes al diseño, planificación y ejecución de medidas eficaces de rendición de cuentas que minimicen los nichos de corrupción, a fin de que se traduzcan en mejoras al desabastecimiento de alimentos que vivimos.

Muestra de ello, es lo reportado por la Coordinación regional de Transparencia Venezuela en Carabobo, en donde pernoctan los usuarios para comprar alimentos en el Abasto Bicentenario de la Av. Bolívar y el Trigal Sur. El Presidente de la República, Nicolás Maduro, acotó en el acto de instalación del sistema de misiones del pasado 7 de agosto que “gracias a la Misión Alimentación,  con Mercal al frente, el 94,6% de la población come tres veces al día”. En contraposición, una investigación realizada en 2014 por la Universidad Central de Venezuela (UCV), la Universidad Simón Bolívar (USB) y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), arrojó que al menos 11,3% de las personas en Venezuela consume dos o menos comidas cada día.

Se hace referencia a la implementación del sistema captahuellas, que en un principio iba a ser aplicado a los establecimientos de la red pública y fue extendido a las cadenas privadas que venden alimentos. Aunado a este sistema, se tiene la compra por número de terminal de cédula de identidad. Diariamente los venezolanos deben someterse a estos estrictos controles que resultaron ser una medida para ocultar el grave contexto para la adquisición de alimentos, que ha generado mayor escasez y conflictividad en población.